Limpieza facial profunda desde casa en cinco pasos

Llevamos en torno a un mes confinados y todavía sentimos una gran incertidumbre ante lo que va a pasar. No sabemos con certeza cuándo recobraremos la normalidad y no tenemos más remedio que reinventarnos y seguir en el proceso de adaptación a la nueva rutina. Si ya has aprendido cómo eliminar tu esmalte permanente en casa, presta atención. Hoy te contamos cómo hacerte una limpieza facial profunda desde casa en cinco sencillos pasos. ¿Te animas?

Hay muchos aspectos de nuestra salud y apariencia que pueden verse afectados durante la cuarentena. Uno de ellos es, sin duda, el estado de nuestra piel. Y es que el estrés, los cambios en la alimentación o la inactividad, entre otras, son algunas de las causas más comunes que podrían estar provocando reacciones y cambios en nuestra piel. Recuerda que el hecho de que te estés maquillando menos, o nada, no exime de una correcta rutina de cuidado facial. Si observas que tu rostro está reclamando urgentemente tu atención, realiza una limpieza profunda y empieza a ver los cambios.

Limpieza facial profunda en cinco pasos

Limpieza

Limpia tu rostro en profundidad y prepáralo para los pasos que vienen a continuación. Para ello, utiliza un gel limpiador y aplícalo con agua tibia realizando movimientos circulares por todo el rostro, cuello y escote. Puedes hacerlo con las manos o empleando alguna esponja limpiadora o cepillo suave. Si llevas maquillaje, es importante que previamente retires la máxima cantidad posible de producto utilizando leche limpiadora o agua micelar. Asegúrate de que no queden restos de máscara de pestañas, suele ser lo más difícil de eliminar.

Exfoliación

Aunque el paso anterior debe realizarse todos los días, dos veces al día, la exfoliación hay que espaciarla realizándola cada diez días aproximadamente. Siempre dependerá del estado y características de tu piel. Para ello, utiliza un producto exfoliante o realiza el tuyo propio con ingredientes naturales (puedes realizar una mezcla de azúcar moreno y aceite vegetal). Con la ayuda de agua tibia, frota la mezcla por el rostro sin ejercer excesiva presión e incide en las zonas más problemáticas. Recuerda hacerlo con suavidad para evitar que tu piel se dañe o se irrite. Un paso opcional, con el que conseguirás un resultado más intenso, es exponer previamente el rostro al vapor para abrir los poros y que el producto cumpla su función con más efectividad.

Tónico

Una vez hayas limpiado el producto con agua tibia y lo hayas secado con una toalla limpia dando suaves toquecitos, es el momento del tónico. Este paso es fundamental para equilibrar la piel y prepararla para la hidratación. Muchas personas no entienden la utilidad de este paso, sin embargo, es imprescindible en una rutina completa de cuidado facial. Empapa un disco de algodón y aplícalo a toquecitos por todo el rostro, deja que se seque naturalmente.

Hidratación

En este paso puedes elegir aplicar tu crema hidratante habitual u optar por una mascarilla que disponga de los componentes necesarios para ofrecer una hidratación más profunda y recuperar así tu piel. Sea cual sea, elige un producto adaptado a las características de tu piel o decántate por algún aceite natural. Recuerda que puedes incluir hidratación más suave para el contorno de ojos. También hay mascarillas específicas para esta zona que son muy eficaces.

Masaje

Si has decidido aplicar crema hidratante o aceite, hazlo realizando un suave masaje ascendente hasta que penetre por completo. Si, por el contrario, has optado por una mascarilla con extra de hidratación, déjala actuar el tiempo necesario y masajea posteriormente hasta que se absorba el sobrante. El masaje facial es una parte muy necesaria de la rutina y debe realizarse a diario. Mejora la tonificación de la piel, la rejuvenece y es capaz de disminuir distintas señales del paso del tiempo. Puedes emplear las manos u otros utensilios como rodillos y demás masajeadores faciales.

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