Algunas molestias frecuentes tras una sesión de spinning

En la actualidad todos tenemos acceso a multitud de actividades deportivas. Muchos inventan miles de excusas para justificar su vida inactiva. Sin embargo, hay opciones para todos los niveles, circunstancias y capacidades físicas. Una de las actividades colectivas más solicitadas en los gimnasios, es el spinning. Si estás pensando en probarlo, te contamos algunas molestias frecuentes tras la sesión. ¡Nada grave que te impida repetir!

Si al fin has decidido entrar de lleno en el mundo del ciclo indoor, ten claro que no resultará fácil, pero sí muy satisfactorio. Los resultados posteriores a la práctica, y los beneficios para la salud, son muchos y muy importantes. Por ello, ten en cuenta algunos aspectos básicos y, ¡lánzate de lleno al pedaleo!

Molestias frecuentes tras una sesión de spinning

Molestias de rodilla

Es frecuente sentir molestias en las rodillas tras una intensa sesión de spinning. A pesar de ser una actividad sin riesgo de impacto, como es el running, puede tener consecuencias en las articulaciones. Esto se debe a la ejecución de un movimiento repetitivo que, en ocasiones, puede llegar a acumular tensión en la zona. Para evitarlo, regula correctamente el sillín, ya que tenerlo demasiado alto o bajo puede resultar negativo. Debes saber que el pedaleo se aconseja para recuperarse de ciertas lesiones de rodilla. No obstante, para que sea beneficioso, debe controlarse bien la resistencia del pedaleo y el esfuerzo realizado.

Molestias en las manos

Apretar mucho el manillar puede ocasionar sensación de entumecimiento u hormigueo en las manos. Esto sucede, generalmente, cuando ejercemos demasiada presión en la zona. Si el manillar no está bien regulado con respecto al sillín, y permaneces muy cerca de este, es probable que vuelques tu peso sobre las manos y el agarre sea excesivo. Presta atención al regular la bici y adáptala a tus necesidades lo máximo posible.

Molestias en glúteos

Esta es una de las molestias más habituales que puedes experimentar tras una sesión de spinning. Y es que la fricción del cuerpo contra el asiento queda lejos de ser agradable y cómoda. Si te ha gustado la experiencia y piensas continuar, puedes comprar unas mallas especiales para la actividad que llevan la zona acolchada para evitar el contacto excesivo. Además de ello, comprueba que el sillín no esté demasiado alto, ya que te moverás en exceso y la fricción se multiplicará.

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