A lo largo de la vida es normal atravesar diferentes etapas, unas más agradables y otras menos, con el fin de evolucionar y adquirir algunos aprendizajes importantes. Esto no siempre resulta sencillo, pero para evolucionar es necesario adquirir ciertos conocimientos sobre nosotros mismos que requieren de nuestra atención y cuidado. En este sentido, puede surgir la duda o el conflicto con respecto al hecho de compadecerse de uno mismo. Y es que se abre ante nosotros un pequeño debate interno: ¿qué es la autocompasión?, ¿repercute positiva o negativamente en nosotros?, ¿nos aporta bienestar o nos perjudica? ¡Te lo contamos!
En Vikika Team creemos en un estilo de vida saludable para lograr el bienestar, tanto a nivel físico como mental. Esto, además de atender la salud del cuerpo, pasa también por revisar nuestro estado mental y nuestras emociones. Contamos por ello con un equipo de psicología preparado para acompañarte en tu proceso de evolución, pues muchas veces somos nosotros quienes ponemos las barreras en el camino y es por tanto nuestra responsabilidad aprender a derribarlas; para ello, a veces, se necesita apoyo y es una de las mejores inversiones que se pueden hacer. Hoy te contamos qué es la autocompasión, término que nos ha explicado Cristina, una de nuestras queridas psicólogas del team (@cristina.vikikateam).
¿Qué es la autocompasión? ¿Me beneficia?
Generalmente, asociamos el concepto de compasión con «sentir pena», dotando a una situación concreta de una connotación negativa. Pero la compasión no consiste en esto, no tiene que ver con dar pena, sino con mostrar una mayor sensibilidad al sufrimiento, ya sea al propio o al ajeno.
Hay una clara diferencia entre la compasión y el victimismo: una actitud de víctima nos lleva con frecuencia a la inactividad a la hora de solucionar un conflicto o una situación concreta, incluso al regular nuestras propias emociones. Por ello, podríamos definir esta actitud como la recreación en el malestar, hallar razones por las cuales no podemos hacer nada por solucionar la crisis, evitando así dar pasos hacia la mejora y el bienestar.
Por otro lado, la autocompasión es algo necesario y esencial para disponer de una óptima relación con nosotros mismos y con el entorno. Esta da fuerza al hecho de mostrarse sensible con respecto a las propias emociones y el malestar. Se trata de poder emitir comportamientos que permitan la regulación emocional y nos ayuden a avanzar en un momento en el que nos resulte difícil.
La autocompasión habla de cuidarnos y mimarnos cuando más nos necesitamos, de ser más flexibles y menos críticos con nuestras necesidades. Disponer de una buena relación con nosotros mismos es fundamental para lograr un estado emocional satisfactorio y para ello es esencial potenciar la escucha y la autocompasión.
Ahora que ya sabes qué es la autocompasión, no creas que significa sentir pena por ti mismo, ¡todo lo contrario! Es comprender tu proceso, abrazarlo y permitirte el tiempo que necesites para dar pasos hacia el lugar en el que deseas estar. Para ello, será necesario escuchar tus emociones y responder adecuadamente ante ellas; mostrar ese mimo y respeto por ti.
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