Los beneficios de caminar en personas mayores

Realizar ejercicio de forma frecuente es fundamental para disponer de un óptimo estado de salud física y mental. Independientemente de la edad, llevar a cabo un estilo de vida saludable permitirá un aumento importante de la calidad de vida así como del bienestar en todos los planos. Hoy te hablamos de los beneficios de caminar en personas mayores.

Caminar es una actividad física muy beneficiosa a todas las edades. Es sencilla, puede practicarse en distintos lugares, solos o acompañados, y con independencia de la estacionalidad. Además, resulta muy versátil ya que puede adaptarse perfectamente a las circunstancias individuales y a las distintas condiciones físicas. De este modo, si algo está claro, es que las personas mayores deben caminar y movilizar su cuerpo igual que cualquier otra persona. Es lógico adaptar esta actividad en función del estado de salud de cada uno pero, sin duda, puede amoldarse y adecuarse a cada individuo.

Caminar en personas mayores

Independientemente de la condición física o de la experiencia en el ámbito deportivo, cualquier persona a cualquier edad puede iniciarse en el mundo de la actividad física. Se debe estudiar, sobre todo, el estado de salud de cada persona, así como la posible existencia de alguna contraindicación médica. La acción de caminar en un contexto orientado a ejercitarse físicamente, se realiza aumentando la intensidad de una forma muy progresiva. Hay que evaluarse y observar la respuesta del cuerpo a la actividad. Sin embargo, destinar un tiempo en el día, todos los días, a caminar es muy beneficioso también en personas mayores y debe cumplirse.

¿Cuáles son los beneficios de caminar en personas mayores?

  • Favorece un sueño reparador y un descanso de calidad prolongando la duración del sueño profundo
  • Regula los valores de presión arterial
  • Contribuye a la pérdida de peso, así como al mantenimiento el peso ideal
  • Mejora el estado anímico favoreciendo un estado de calma y combatiendo síntomas de ansiedad o depresión
  • Fortalece la musculatura y contribuye a la protección de las articulaciones
  • Reduce el riesgo de sufrir dolencias y prepara físicamente para evitar posibles caídas
  • Estimula la circulación sanguínea y reduce el riesgo de aparición de varices y otros problemas asociados a una mala circulación
  • Cuida la salud cardiovascular
  • Aumenta la resistencia y la capacidad respiratoria
  • Dota de una sensación de autorrealización y de sentido al cumplir con una rutina física diaria
  • Aumenta la autoestima, la seguridad en uno mismo y la confianza
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