¿Cómo disfrutar de un día de descanso y desconexión?

A diario intentamos dar lo mejor de nosotros mismos en todas las facetas. Tratamos de ser muy productivos en el área profesional, cumplir sin excusas con la rutina deportiva, alimentarnos correctamente y, además, sacar tiempo para los nuestros y para esos imprevistos que pueden surgir de un momento a otro. Al finalizar el día con la satisfacción de haber realizado todas las tareas previstas, un descanso reparador es fundamental para que el cuerpo y la mente se reseteen y se preparen para una nueva jornada. Pero más allá del tiempo de sueño, ¿sabes cómo disfrutar de un completo día de descanso y desconexión?

Dedicarse tiempo a uno mismo no es un capricho, ni una pérdida de tiempo, ni una cuestión de egoísmo o debilidad. Disfrutar, al menos, una vez por semana de un completo día de descanso y desconexión es imprescindible. Porque lo necesitas, porque te lo mereces y porque este también interviene en tu evolución y desarrollo a todos los niveles. Es un error esperar a encontrarnos mal o a debilitarnos en exceso para decidir echar el freno. Si nos exigimos estar al pie del cañón a diario, debemos respetarnos y devolvernos ese favor para recargar las pilas y estar a tope de energía con ganas, satisfacción y bienestar. Así que marca un día en tu agenda para relajarte en la medida de lo posible, en función de tus circunstancias personales, y anota algunas ideas que seguro te sirven de inspiración. ¡Es tiempo para ti, porque te lo mereces!

Ideas para disfrutar de un día de descanso y desconexión

Según tus propias circunstancias, obligaciones o necesidades, podrás disfrutar de tu día de descanso y desconexión en mayor o menor medida. Adapta estas ideas a tu experiencia personal y modifícalas hasta que te resulten plenamente satisfactorias.

Levántate sin alarma

Suponemos que a diario madrugas para poder cumplir con todos tus propósitos. Esto es excelente, no solo porque puedes ser más productivo, sino porque contar con una rutina del sueño en la que te acuestes y levantes a la misma hora cada día es muy beneficioso. Ya sea para entrenar, para trabajar, para desayunar con tiempo o para, simplemente, organizar tu día, madrugar es una gran idea. Sin embargo, en tu día de descanso, permítete disfrutar de ese ratito en la cama remoloneando, sintiendo el placer de desperezarte sin prisas y experimentando cada sensación de agradecimiento y bienestar que pase por tu mente. Dejar la persiana algo subida la noche anterior y permitir que la luz natural entre por tu ventana dándote los buenos días, puede convertirse en todo un ritual.

Desayuno por todo lo alto

Dedica tiempo a preparar tu desayuno completo y permítete algún capricho si tu cuerpo te lo pide. Para ello, no dudes en consultar las recetas del blog porque tienes un montón de alternativas saludables perfectas también para los más golosos. Nada como dedicar tiempo a elaborar tu desayuno y saber que, además, estás siguiendo con tus hábitos saludables y nutriendo tu cuerpo.

Descanso activo

Tras el desayuno, puedes elegir qué hacer. Si necesitas dedicar tiempo a algo para lo que no tienes espacio en el resto de días, hazlo. Te hará sentir en paz saber que eso que tenías pendiente, queda solucionado. ¡Pero ojo! Nada de revisar emails o terminar informes del trabajo. Es un día para ti, para tu cuerpo, para tu hogar, para los tuyos, sin reloj ni horarios. Si, por otro lado, te apetece más disfrutar de un descanso activo, aprovecha para hacer una sesión de estiramientos en casa o da un paseo por la naturaleza absorbiendo todas las sensaciones que esta te aporta. Si tienes pensamientos que te estresan sobre trabajo u otras obligaciones, no te desesperes. Atiéndelos y deja que fluyan hasta desvanecerse. Dejar salir a los pensamientos más negativos o limitantes para dejarlos marchar también es necesario y muy beneficioso. No dejes que estos te controlen y sigue con tu día de descanso y desconexión. Y sonríe, ¡seguro que tienes muchos motivos para hacerlo!

Rutina de belleza

Encontrar un momento para hacerte tus tratamientos con tiempo, sin estar mirando el reloj, es un verdadero ritual maravilloso. Convierte tu cuarto de aseo en tu propio santuario y realiza una rutina completa de belleza, empezando por los pies y terminando en la cabeza. Cuerpo, rostro y cabello, seguido de una ducha o baño relajante y… ¡energías renovadas al instante! Puedes complementar este momento tanto como quieras. Enciende velas, respira un aroma que te relaje, ponte música que acompañe este rato y simplemente disfruta.

Series, películas, libros…

Un día de descanso y desconexión parece tener más horas porque deja lugar para un montón de actividades. Engánchate a esa serie que tantas ganas tenías de ver, busca la película que más te apetezca o bucea en uno de esos libros de tu biblioteca que no dejan de llamarte para que les prestes atención. Ya sabes que dar con un relato que te apasione, es disponer de un tesoro y de la mejor herramienta para viajar, descubrir, aprender y conocerse.

Escribe y planifica

Finalizar este día de descanso y desconexión escribiendo en un diario tus emociones y sentimientos constituye una verdadera terapia. Te conoces más, descubres aspectos de ti que permanecían escondidos y, además, contribuye a tu relajación y bienestar. Puedes aprovechar también para planificar tu día de vuelta a la rutina con energías renovadas y a tope de motivación. Te darás cuenta de lo necesarios que son los momentos contigo mismo/a. ¡Nunca te olvides de ti!

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp

Deja una respuesta

SUSCRÍBETE