Hábitos para mejorar la circulación, ¡actívate!

mejorar la circulación

Hay muchas personas que se consideran activas y creen estar llevando a cabo un estilo de vida saludable. Sin embargo, pasar horas sentados o de pie por cuestiones de trabajo, entre otras, puede promover ciertas consecuencias propias del sedentarismo, como una mala circulación sanguínea. Actualmente, además, las circunstancias de pandemia nos obligan a reducir la actividad que teníamos anteriormente y podemos caer en ciertos comportamientos que empeoren este aspecto. Recuerda, ¡no hay excusas para dejar de atender nuestra salud! Hoy te hablamos de algunos hábitos que pueden ayudarte a mejorar la circulación y a evitar ciertos síntomas asociados. ¡Toma nota!

Puede que seas una persona que se alimenta bien e intenta estar activa pero, si pasas muchas horas en la misma postura, es probable que acabes experimentando síntomas propios de una vida sedentaria. Por ello, conviene que analices tu rutina y evalúes si te mueves lo suficiente en compensación al tiempo de parón. Una mala circulación sanguínea puede manifestarse mediante multitud de síntomas. Algunos de los más frecuentes son la pesadez de piernas, hinchazón y fatiga muscular, aparición de varices o sensación de picor u hormigueo, entre otros.

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Claves para mejorar la circulación, ¡adiós al sedentarismo!

El ejercicio físico es una manera de mejorar la circulación considerablemente, salvo que se padezca alguna patología determinada. En este caso, incluso, se podría experimentar una mejora adicional en la sintomatología a través del deporte. Y es que el sedentarismo es un factor que afecta de forma muy negativa a la correcta circulación, dificultando el retorno venoso. Actividades tan simples como caminar, montar en bici, patinar, subir escaleras, trotar o correr son sencillos gestos que pueden ayudarte a mejorar la circulación. Algo a tener en cuenta es que es fundamental adaptar cada actividad al nivel físico individual para que sea beneficioso.

El entrenamiento de fuerza, incrementa la masa muscular, interviniendo de forma directa en el mantenimiento del equilibrio de líquidos en nuestro organismo. En general, tener peor composición corporal, mayor porcentaje graso frente a la masa muscular, se asocia con una peor circulación. Además de una vida sedentaria, malos hábitos como fumar, beber alcohol, una alimentación desequilibrada, la falta de descanso de calidad o el estrés, pueden derivar en una mala circulación.

Otros hábitos que pueden ayudarte

  • Atrévete con las duchas de contrastes.
  • Masajea tu cuerpo y en especial tus piernas a diario.
  • Túmbate boca arriba junto a una pared y apoya las piernas en ella manteniendo los pies elevados.
  • Mejora tu alimentación y asegúrate una correcta rutina del sueño.
  • Realiza estiramientos con frecuencia.
  • No fumes y elimina el consumo de bebidas con alcohol.
  • Dale a tu cuerpo el movimiento que necesita.
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