Si te has propuesto perder peso con el fin de contribuir a tu buen estado de salud y porque, además, tienes unos objetivos físicos específicos, presta atención. Hay ciertos aspectos en torno a conseguir el peso ideal que son muy importantes, no solo para lograr el éxito de tu propósito, sino para hacerlo con seguridad, responsabilidad y conocimiento. Hoy te damos algunos consejos para que puedas seguir el proceso de la mejor manera posible. Perder peso a un ritmo saludable… ¡toma nota!
Cuando hablamos de fisiología, es muy complicado establecer normas universales. Y es que tratamos con procesos complejos y diferentes entre individuos. A la hora de perder peso no podemos aplicar una fórmula general que vaya a funcionar a todos por igual, ni establecer un ritmo estándar, pues en cada caso intervendrán factores propios: sexo, edad, nivel de actividad, patologías… Sin embargo, hay algo que sí podemos afirmar con rotundidad y es que deberá ser un proceso moderado, sostenible en el tiempo, con el fin de preservar la mayor cantidad de masa muscular posible y no caer en déficits nutricionales. En definitiva, perder peso a un ritmo saludable es algo que dependerá de cada persona y sus circunstancias individuales. Vamos con un ejemplo:
Imagina una persona que tiene una obesidad importante y le sobran 20 kg. Con mayor probabilidad su ritmo de pérdida de peso será superior al de otro individuo al que le sobren, aproximadamente, 7 kg. Mientras que la primera persona puede llegar a perder en torno a 1 kg semanal, la segunda se moverá en rango de gramos, entre 200 y 500 g semanales. En este supuesto intervendrá, además, si se trata de hombres o de mujeres.
Perder peso a un ritmo saludable, ¿cómo conseguirlo?
Algo fundamental es implantar una serie de hábitos saludables de manera definitiva y que permitan alcanzar los objetivos con efectividad. Veamos algunos consejos para conseguir que el proceso de perder peso a un ritmo saludable se lleve de la manera más adecuada.
- Enfoque del proceso a medio-largo plazo. Caer en la prisa y la impaciencia es un auténtico error cuando se inicia un proceso de pérdida de peso. No se puede conseguir en meses lo que no se ha cuidado durante años. Paciencia, es una carrera de fondo.
- La motivación es importante, pero sin depender exclusivamente de ella. La motivación siempre nos empujará hacia el objetivo con ilusión y esto es muy importante. No obstante, no debe ser la base del proceso, pues a veces esta flaquea y eso no debe hacer que nos rindamos. La disciplina y la fuerza de voluntad son la clave.
- Pequeñas metas. Será mucho más sostenible y realista ir cumpliendo pequeños objetivos a corto plazo, semanalmente o cada quince días, por ejemplo. Sin darnos casi cuenta, estaremos tocando el objetivo sin agobios ni frustraciones.
- El ritmo de pérdida es mayor las primeras semanas. El organismo está compuesto en un alto porcentaje de agua, además de grasa, músculos… Por lo cual, el ritmo de pérdida durante las primeras semanas será más notorio al darse una acusada pérdida de líquidos. Con el paso de las semanas, el ritmo se va estabilizando.
- Adiós, dietas milagro. Para que la pérdida de peso sea adecuada y saludable, no debes caer en dietas restrictivas o incoherentes que eliminen innecesariamente ciertos grupos de alimentos. Se puede perder grasa comiendo absolutamente todo tipo de alimentos sanos y equilibrados. Habrá que adaptar el plan a cada persona y sus necesidades. Descubre qué Alimentos debes evitar en tu nevera o despensa.
- Planificación adecuada. El hecho de contar con una planificación dietética bien estructurada nos permitirá no dejar nada al azar. Evitamos así improvisaciones que nos puedan llevar a comer cosas que nos perjudiquen.
- Vida activa y ejercicio físico de forma regular. Este punto es indispensable y debemos tomarlo, esta vez sí, como una realidad universal. Profesionales de la salud confirman de manera unánime la necesidad de llevar una alimentación saludable de la mano de la actividad física y de la práctica regular de ejercicio en un proceso de pérdida de peso.
Conclusiones a la hora de perder peso
Es básico tener claro que cada persona es un mundo y tendrá su propio proceso de pérdida de peso, por lo que no es posible generalizar sobre cuál será el ritmo adecuado, pues varía mucho entre individuos. Como referencia, podemos tomar el rango de entre 300 g y 1 kg semanal. Ahora bien, ninguna de estas cantidades es un número exacto que haya que adoptar como objetivo rígido, pues puede oscilar y variar, incluso, en el propio proceso de una misma persona. Intentar ver el proceso como un cambio de hábitos para siempre que nos aportará infinidad de beneficios, es la única forma de olvidarnos de las dietas definitivamente.