Para muchas personas, el día a día resulta vertiginoso. Hay multitud de tareas y obligaciones por cumplir y no siempre es fácil. Sin embargo, esta sensación de urgencia y de tener que llegar a todas partes puede manifestarse también como estado habitual, a pesar de no tener necesidad de correr ni estar llegando tarde a ningún sitio. Dicha impresión impide la calma y el disfrute de lo cotidiano, por lo que tomar conciencia y tomar acción sobre ello es importante. Hoy compartimos contigo 3 sencillos hábitos para reducir la sensación de urgencia e inmediatez diarias. ¡Toma nota!
Con independencia de si tus días son más o menos ajetreados, es esencial aprender a vivir de una forma más pausada y consciente. Poner el piloto automático e ir tarea tras tarea puede alejarnos de nosotros mismos, de nuestras necesidades y anhelos. El estrés ya forma parte de un alto porcentaje de la población y se ha normalizado, obviando los grandes riesgos que presenta para la salud física y mental. Por lo tanto, trabajar en uno mismo para reducir la sensación de urgencia e inmediatez es clave si queremos estar sanos y con bienestar.
3 Hábitos para reducir la sensación de urgencia e inmediatez
Lo primero que debemos hacer es disponer de una rutina organizada que asegure que llegamos a tiempo a nuestras tareas principales y deja su lugar al resto de cosas menos prioritarias. Es fundamental no querer llegar a todo en un día, así como delegar las tareas que no tenemos que realizar nosotros necesariamente, ya sea en el ámbito profesional como en el personal. Aprender a soltar las riendas dentro de lo posible y no querer abarcarlo todo es un paso no siempre sencillo, pero sí significativo para mejorar la calidad de nuestra vida. Así que, para empezar:
- Organiza tu día a día priorizando las tareas importantes y dejando espacio a las que no son prioritarias.
- Si hoy no puedes hacer todo, no pasa nada, habrás cumplido con las más urgentes porque así lo habías previsto.
- Aprende a ser flexible, ¡no pasa nada si no has abarcado todo lo que querías! Piénsalo.
- Saber delegar tareas que no tienes que hacer tú necesariamente supondrá un antes y un después en tu rutina.
Y ahora sí, una vez organizados tus horarios semanales y entendido que no tienes que hacerte cargo de todo, ni todo es prioritario, vamos a por esos 3 hábitos para reducir la sensación de urgencia e inmediatez que te llevarán a un mayor bienestar:
Una sola cosa a la vez
Nos hemos acostumbrado no solo a ir corriendo a todas partes, sino a hacer varias cosas a la vez. Esto provoca que seamos menos creativos, eficientes, productivos y que no pongamos nuestra atención donde debe estar.
Te recomendamos que empieces a poner conciencia en hacer una sola cosa a la vez para reducir la sensación de urgencia e inmediatez. Prueba dejar el móvil cuando vayas al baño, cuando vayas caminando hacia algún sitio o salgas a pasear, cuando estés en un encuentro con familia o amigos. Atiende realmente a cada cosa que hagas de manera única, valora cada conversación como se merece.
Atrévete a experimentar un momento contigo
¿Qué pasa cuando te encuentras solo y sin una tarea que hacer? Seguro que ocupas este tiempo con algo, coges el móvil o haces cualquier cosa que evite disfrutar de un momento contigo mismo. Puede que te resulte incómodo hacerlo si no estás acostumbrado, pero te animamos a que te atrevas a pasar un rato en silencio, respirando con atención, en tu única compañía, reduciendo las pulsaciones y entendiendo la importancia de parar.
Si te aventuras a transitar estos momentos de pausa en solitario, darás paso a unas sensaciones de calma y quietud muy valiosas. Una vez lo hayas conseguido, trata de encontrar tiempo para tomar una placentera pausa a diario.
La naturaleza es medicina
Es lógico que creas que, si no tienes ni un momento para respirar en el día a día, no puedes dedicar un rato a pasear por la naturaleza o a sentarte a disfrutar de esta. Debes saber que estas sensaciones de urgencia cotidiana no siempre están justificadas. Lo que ocurre a nuestro alrededor es un hecho que no podemos controlar, pero cómo reaccionamos y cómo tomamos parte de ello está totalmente en nuestras manos.
Si no quieres vivir a toda mecha, simplemente encuentra la manera de cambiar. Para ello, te animamos a que conectes con la naturaleza y entiendas que formas parte de ella. Tiene un poder curativo muy profundo a nivel físico, mental y emocional. Puede proporcionarte la quietud que necesitas y ayudarte a construir una vida satisfactoria.
Vikika Team: la importancia de un estilo de vida saludable
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