Aunque poco a poco se va desterrando la idea de cumplir con dietas milagro para conseguir el físico deseado, o de la necesidad de pasar hambre para perder peso, todavía hay muchas personas que relacionan el hecho de cuidarse con dejar de disfrutar de la vida al 100 %. Y es curioso, porque no hay nada que aporte un mayor bienestar que mimar nuestro cuerpo y mente. Si todavía crees que empezar a cuidarte conllevará una serie de exigencias sobrehumanas… presta atención. Hoy te contamos algunos consejos para una vida sana sin restricciones. ¡La actitud es o más importante!
Llevar un estilo de vida saludable no te obligará a dejar de hacer todo aquello que te hace feliz y que te encanta. Este se da cuando cumples con una serie de hábitos que refuerzan tu salud física y mental, te hacen disfrutar desde la seguridad y conciencia de tu cuerpo y te descubren un mundo lleno de nuevas experiencias y sensaciones inigualables en los distintos campos del día a día. De ahí que la gran mayoría de personas que se deciden a iniciar su cambio de hábitos, lo acaban convirtiendo en su forma de vivir, sin fecha de caducidad, de forma definitiva.
Podríamos destacar una serie de pilares fundamentales que sustentan un estilo de vida saludable: la alimentación, el ejercicio físico frecuente, una vida activa, descansar adecuadamente, contar con un ocio saludable, meditar o integrar alguna actividad cuerpo mente que reduzcan el exceso de estrés… Si tu alimentación es inapropiada, no haces ejercicio físico, cuentas con una vida sedentaria, te cuesta dormir, has dejado de lado los encuentros con tus seres queridos… es lógico pensar que ir cambiando tu forma de vida en la actualidad te supondrá un reto y te planteará ciertas dificultades. Para ello es necesario trabajar la constancia, la disciplina, la paciencia o la fuerza de voluntad, entre otras. Pero este esfuerzo intenso no dura para siempre. Basta con descubrir las sensaciones de bienestar que se van generando progresivamente para entender que una vida sana sin restricciones es posible.
¿Vida sana sin restricciones?
Cuando hablamos de la inexistencia de restricciones, no hablamos de que cualquier cosa tiene cabida en tu nuevo estilo de vida. Evidentemente existen ciertos hábitos que no son compatibles con el cuidado de tu salud, tanto física como mental. A lo que nos referimos es que dejarás de ver estos cambios como restricciones en cuanto empieces a descubrir el bienestar que te reporta tu nueva vida. No es lo mismo PROHIBIRTE comer un helado diario, que dejar de hacerlo porque has descubierto que te sienta mejor sustituirlos por fruta y que, claro, de vez en cuando, sigues recurriendo a ese capricho porque lo compensas con tu comportamiento en los distintos campos. ¿Puede haber algo más maravillosos que descubrir que ciertas decisiones cotidianas te acercan sin frenos a tu mejor versión en todos los sentidos?
Consejos para una vida sana
- Asegúrate de mantener una buena hidratación. Tu organismo necesita líquido para cumplir con sus funciones con normalidad. Sustituye bebidas azucaradas por agua aromatizada con frutas, agua, infusiones frías, caldos, refrescos ocasionales sin azúcar añadido… Se puede disfrutar tanto o más cuando das con aquellas opciones que más te gustan y que mejor te sientan.
- Apuesta por una dieta equilibrada y nutritiva. Lejos de pasar hambre para lograr tu peso ideal, descubre que puedes disfrutar, saciarte y sentirte satisfecho/a comiendo, prácticamente, todo lo que te apetezca. ¿Cómo? Atreviéndote a innovar en la cocina, sustituyendo tus caprichos por snacks saludables, apostando por alimentos naturales que nos brinda la naturaleza… No hay nada que no puedas reinventar en su versión más saludable y, si no te lo crees, no dejes de consultar las recetas del blog donde encontrarás desde los platos más tradicionales, hasta los caprichos dulces más ricos y sabrosos.
- Actívate e incorpora una rutina deportiva a tu medida. Este punto no consiste en dejar de hacer lo que te gusta para empezar a hacer deporte. Se trata de que organices tus horarios para que todo tenga cabida. Nosotros defendemos el ocio, salir a comer fuera, compartir… y todo eso se puede hacer con una buena planificación. No hay falta de tiempo, hay falta de ganas. ¡Con una buena actitud todo es posible! Camina más, abandona el ascensor, entrena cardio y fuerza, ¡observa tu evolución! ¿De verdad crees que es cuestión de restricciones? Nunca olvides que entrenar un poco es mejor que no entrenar nada. Así que, si realmente te estás enfrentando a problemas de horarios, media hora bastará para que tu cuerpo adquiera beneficios del movimiento. Poco a poco, trata de aumentar el tiempo dedicado a la actividad.
- Busca momentos para ti. Cuídate, medita, haz Yoga, sal a caminar y respira aire puro, aprende a relajar tu cuerpo, relativiza tus preocupaciones, aléjate del estrés que tantas barreras construye ante ti y tanto merma tu productividad y creatividad… Concéntrate en esto, pide ayuda si la necesitas, descubre cómo tu nuevo estilo de vida reconduce tus preocupaciones.
- Registra tus cambios y tus sensaciones. Lleva un diario en el que reflejes tus avances y resultados. Observa tu evolución, tus cambios, tus descubrimientos… Una vez seas consciente de lo que estás consiguiendo, ¿crees que preferirás tirarlo todo por la borda por pasar más tiempo en el sofá? ¿Crees que cambiarás tu gran resistencia, fuerza y motivación por comer más ultraprocesados? ¿Priorizarás tus altos niveles de estrés sobre la calma y la serenidad obtenidas con tu estilo de vida saludable? ¡Vida sana sin restricciones, es posible!

