Nos encanta la llegada de la primavera: los días son más largos, el color inunda las vistas, el buen tiempo es frecuente, hace calorcito… Sin embargo, una gran parte de la población, a pesar de sentir la motivación propia de los días soleados, sufre algunas consecuencias características de esta época del año. Hoy te hablamos del ejercicio físico y la alergia primaveral. ¿Son compatibles? ¿Se puede seguir entrenando al aire libre a pesar de los molestos síntomas? ¿Es posible reducirlos? ¡Sigue leyendo!
Si te sientes identificado con esta situación, sabrás de lo que estamos hablando. Existe una serie de síntomas frecuentes y muy molestos que se asocian a la alergia primaveral, llegando a impedir el normal desarrollo de la actividad física en el exterior. Fatiga, congestión nasal, picor de ojos, dificultad respiratoria, lagrimeo, etc., son las señales más típicas que advierten de dicha condición. Si has padecido algunos de ellos, o los sufres en este momento, es probable que hayas decidido dejar de entrenar al aire libre. Pero recuerda, dejar de entrenar no es generalmente la mejor opción. ¡Tu cuerop necesita movimiento!
Ahora bien, el ejercicio físico y la alergia primaveral, aunque compatibles, hacen que debamos adaptarnos a la situación tomando un conjunto de medidas que minimicen la sintomatología y perjudiquen lo menos posible el desempeño de nuestra rutina de entrenamiento. Si tienes la opción de realizar tu actividad en el interior, se reducirán drásticamente las molestias. Ahora bien, si eres deportista de exteriores y no puedes ni quieres renunciar a ello estas medidas te servirán.
Ejercicio físico y alergia primaveral, ¿un amor imposible?
Si sigues estos consejos y tienes en cuenta los aspectos que compartimos, es probable que puedas seguir desarrollando tu actividad deportiva favorita en el exterior reduciendo significativamente los síntomas. Porque, aunque el ejercicio físico y la alergia primaveral no son los mejores amigos, ¡no estamos ante una relación imposible!
Consejos para seguir entrenando en primavera
Toma nota de aquellas situaciones con las que te sientas más identificado y no dejes de acercaerte a tu mejor versión:
- Si la actividad que practicas habitualmente puede llevarse a cabo en el interior, siempre será más recomendable para paliar los síntomas asociados a la alergia.
- Intenta optar por zonas que no estén repletas de abundantes flores y variedad de vegetación.
- Trata de evitar hacer deporte en días de viento, ya que es cuando más polen y otros alérgenos se encuentran en el aire, pudiendo acentuar los síntomas y agravar la situación.
- ¿Los mejores días? Esos en los que acaba de llover y la lluvia ha limpiado el ambiente.
- Cumple con tu entrenamiento, pero no a una intensidad excesivamente elevada; modérala, pruébate y escucha tu cuerpo.
- Respira por la nariz en lugar de por la boca, evitarás agravar los síntomas.
- Utilizar gafas y mascarilla no está de más. Podrás entrenar con más tranquilidad al ver reducida la sintomatología.
- Presta atención a la predicción del tiempo y a los niveles de polinización diarios. Así podrás adaptar tu actividad en función de los datos y horarios y tomar decisiones en consecuencia.
- Hacer deporte en lugares con una elevada contaminación puede agravar los síntomas.
¿A qué tengo alergia?
Si no sabes exactamente qué te está provocando alergia, acude a un médico especialista que pueda realizar las pruebas necesarias y pautar el tratamiento adecuado. Observarás que el malestar se reduce drásticamente y podrás desempeñar tu rutina con normalidad. Ya sabes, ejercicio físico y alergia primaveral son compatibles, pero con ciertas medidas en función de la intensidad de los síntomas.
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