Estamos a escasos días de entrar en el mes de septiembre y, con él, saludar a un montón de nuevos propósitos e intenciones. Para muchos este momento significa resetear la rutina, como si comenzara una nueva oportunidad, un antes y un después. Para otros, en cambio, supone el fin del “verano”, de las vacaciones, de la diversión y el disfrute. Si perteneces a este segundo grupo y ya empiezas a notar los síntomas propios de las posvacaciones, presta atención. Tú decides con qué actitud retomar la rutina para sacarle el máximo partido y hacer que, al fin, tus objetivos se conviertan en una realidad. Hoy te damos algunas razones para empezar septiembre con fuerza. ¡Es el mejor momento para dar un gran paso hacia tu mejor versión!
Septiembre es un mes de comienzos, de volver a una normalidad que puede ser tan satisfactoria como nosotros queramos. Y es que si bien es cierto que hay circunstancias que no se pueden controlar, la manera de enfrentarnos a ellas y la posibilidad de compensar a lo largo del día están en nuestra mano. Muchos asocian el concepto de “rutina” a la monotonía o el aburrimiento cotidiano y, sin embargo, nada más lejos de cómo lo concebimos nosotros. Una rutina hace referencia, simplemente, a la repetición en el tiempo de una serie de hábitos. De lo positivos, satisfactorios y/o saludables que sean dichos hábitos, dependerá lo bien que nos haga sentir nuestra rutina. Hay muchas razones para empezar septiembre con fuerza y una de ellas te la acabamos de contar: la posibilidad de construir una nueva rutina adaptada a ti, a tus inquietudes, deseos y metas. El momento es AHORA, haz que tus días cuenten.
Ideas para empezar septiembre con fuerza
Nueva oportunidad
La posibilidad de construir una nueva y satisfactoria rutina es genial. Tú no puedes controlar todas tus tareas y obligaciones, pero sí gestionar el tiempo restante de manera que este sea un chute de energía y motivación diaria. Siéntate frente al ordenador, o toma papel y boli, y empieza a idear tus plan de acción. Distribuye tus tareas, prioridades y guarda tiempo para hacer aquello que llevas tiempo queriendo hacer y para lo que nunca encuentras el momento.
Hora de mejorar tu estilo de vida
Es hora de apostar por una mejora en tu estilo de vida que incluya una mejor manera de alimentarte, la práctica regular de ejercicio físico, el descanso, el ocio… Un estilo de vida saludable se construye con pequeños pasos convertidos en hábitos y estos, a su vez, conforman la mencionada rutina. Si quieres encontrarte bien en todos los sentidos, debes dejar de pensar y empezar a actuar. ¿Qué mejor que este mes de septiembre en el que despedimos al verano para iniciar una nueva etapa en tu vida?
Equilibrio mente y cuerpo
No olvides cuidar tu mente tanto como vas a cuidar tu cuerpo. Empezar septiembre con fuerza también requiere la aceptación de tus emociones y sentimientos. Reflexiona acerca de los límites que tú mismo te has impuesto y trata de romperlos. ¡Pero no quieras hacerlo de la noche a la mañana! Simplemente entiende que parte de tu rutina debe ir enfocada a eliminar progresivamente las barreras que te impiden evolucionar. Cuidando cuerpo y mente y logrando el equilibrio, experimentarás no solo un gran bienestar, sino un mayor autoconocimiento.
Formación, es el momento
En septiembre empiezan nuevos cursos, formaciones, etc. Aprovecha para iniciarte en aquello que supone una espinita en ti y no dejes pasar más tiempo. Tal vez tienes pendiente aprender algún idioma, a tocar un instrumento, a bailar o estás deseando iniciarte en esa disciplina deportiva que tanto te apasiona pero que te genera inseguridad. Septiembre, recuerda, mes de comienzos. ¡Solo tienes que dar el primer paso!
No quieras la perfección
Recuerda que es un error exigirte llegar a todo y hacerlo, además, con éxito y una gran sonrisa. Haz las cosas lo mejor que sepas y puedas y admite la “derrota” con tanta entereza como la mayor de las victorias porque, aunque a veces cueste verlo, esta también es un aprendizaje que te llevará a lo más alto, a tu mejor versión. Empezar septiembre con fuerza, merece la pena.