Tras las vacaciones, cada uno se enfrenta a la vuelta a la normalidad de una manera. Hay quienes lo hacen de forma silenciosa, sin querer darle demasiado protagonismo a este momento. Por otro lado, están aquellos que se recrean en los propósitos y las intenciones de cambiar o mejorar en distintos aspectos de su vida. Este último grupo, por lo general, intenta converse a sí mismo de que, esta vez sí, lo conseguirán sin dificultad. Cada persona es un mundo y no podemos generalizar en el camino adecuado para conseguir un cambio real. Sin embargo, hay algo que, sin duda, ayuda enormemente a aumentar el bienestar a todos los niveles. ¿Por qué deberías crear una rutina en tu vuelta de vacaciones? ¡Te lo contamos!
Tanto para aquellos que no quieren asumir que las vacaciones han terminado y vuelven a las obligaciones a regañadientes, como para quienes preparan un ritual alrededor de este momento, una rutina puede ser la herramienta que tanto necesitan. Y es que para el primer sector, será una forma de construir un día a día satisfactorio que aporte plenitud y dé un sentido a su jornada. ¡Volver a la normalidad no debería ser ningún drama! Al segundo sector, sin embargo, le servirá de instrumento para conseguir que esos propósitos que con tanta ilusión se han marcado, puedan convertirse en una realidad. Seguro que tú, en alguna ocasión, has llenado una lista de ideas y objetivos que, más tarde, han dejado de interesarte o frente a los que has renunciado creyéndote incapaz de lograrlos. El truco es contar con unos hábitos diarios que te acerquen sin excusas a la meta. ¿Qué tienes que hacer? ¡Crear una rutina!
Crear una rutina, ¿cómo hacerlo?
- Visualiza y define aquello que quieres conseguir en un plazo corto y medio de tiempo.
- Marca la estrategia que te hará llegar hasta los mencionados objetivos.
- Cuenta con un horario REALISTA. Si no lo es, ya te adelantamos que muy probablemente acabarás tirando la toalla.
- En tu horario, marca tiempo de trabajo o estudios, obligaciones personales, deporte… ¡todo! Jerarquiza tus quehaceres de manera que queden claros aquellos de mayor a menor importancia.
- Viéndolo con claridad podrás encontrar esos fundamentales espacios donde introducirás los momentos de autocuidado, descanso, ocio… Esto no es un capricho, es una necesidad y un pilar básico para un estilo de vida saludable.
- Si vas a introducir algún cambio drástico, trata de hacerlo de manera progresiva, experimentando y viendo cómo respondes frente a este. Si empezamos a crear una rutina utópica, llena de cambios y nuevas intenciones, volveremos al error de siempre y quedará en nada. ¡Cada rutina es única y 100 % personalizada!
- Si el cambio que deseas ver en ti es muy radical, trata de ir adquiriendo nuevos hábitos poco a poco, no hace falta que en este momento revoluciones tu vida. Si necesitas contar con asesoramiento, puedes consultar nuestros planes de dieta y/o entrenamiento. También contamos con servicio de psicología para asegurar que el cambio que quieres ver en ti se convierte en tu nueva realidad.
¿Por qué es importante crear una rutina? ¿Qué nos aporta?
- Contando con una rutina diaria, logramos el equilibrio físico y emocional tan necesario para conseguir el bienestar. Así, en un estado de satisfacción y quietud, seremos más productivos y lograremos cumplir nuestras propias expectativas.
- Si hacemos del estrés elevado nuestro aliado y vivimos al minuto sin saber qué pasará después; dejando el ejercicio físico para “más tarde” y sin poder sacar tiempo para estar en forma, descansar o sonreír… ser creativos y productivos se complica.
- Conseguiremos, además, tener más claros los objetivos que estamos persiguiendo y no nos encontraremos dispersos y desorganizados. Cuando uno no sabe hacia dónde se dirige, es muy difícil que pueda construir el camino que le lleve al lugar donde desea estar. Por supuesto, siempre hay excepciones según las circunstancias individuales. Recuerda que cada persona es un mundo, con sus propios ritmos, necesidades y contextos.
- Al crear una rutina, es posible optimizar más el tiempo, pudiendo dedicar el necesario a las tareas y obligaciones y también a descansar e innovar tanto como se quiera. No olvides que el tiempo de autocuidado no es un capricho o un hábito que pueda ser relevado. Es fundamental quererse, aceptarse y cuidarse.
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