Entrenar el cerebro… ¡mantente en forma!

Hay una cosa que intentamos transmitir a diario y es que un estilo de vida saludable no va solo de hacer deporte de forma aislada o comer bien. Se trata de llevar a cabo unos hábitos positivos para nuestra salud que abarcan desde un descanso de calidad hasta mantener relaciones saludables pasando, efectivamente, por una rutina deportiva adecuada y una alimentación equilibrada, entre otros. Centrándonos en el entrenamiento, debes saber que del mismo modo en el que trabajamos nuestro cuerpo para mantenerlo sano y lograr ciertos objetivos estéticos, también es posible ejercitarse a otros niveles: entrenar el cerebro, ¡mantente en forma en todos los sentidos! ¿Cómo? ¡Toma nota porque te damos algunos consejos básicos!

Hay multitud de acciones que puedes emprender con el fin de contribuir a tu buen estado de salud. Si bien es cierto que hay cosas que no podemos controlar, estar preparados para combatir cualquier mal o dolencia y tratar de mejorar todo lo que esté en nuestra mano es una buena idea. Y no se trata de obsesionarse, sino de tomar conciencia de ciertos aspectos y comprobar cómo aumenta nuestro bienestar a medida que los trabajamos. Una rutina monótona, un estrés elevado o un estado de apatía permanente puede ocasionar alteraciones en nuestro estado de ánimo, así como una disminución de la creatividad, falta de concentración, disminución de la memoria o la capacidad de atención… Repetir cada día las mismas actividades sin pararnos a reflexionar acerca de nuestra conformidad con ellas puede hacer que acabemos viviendo en piloto automático. Por ello, hoy te animamos a que eches el freno y descubras cómo puedes entrenar el cerebro para evidenciar una mejora de muchas de tus capacidades.

Entrenar el cerebro, ¿se puede?

Entrenar el cerebro es posible realizando algunos ejercicios muy sencillos y orientados a este fin. Para ello, es muy importante escapar de lo conocido, ponernos retos y atrevernos a cambiar rutinas, a adquirir nuevos conocimientos, desarrollarnos intelectualmente y a dedicar tiempo a nuestro crecimiento. Como consecuencia, es posible retardar el deterioro cognitivo y mantenernos jóvenes y con una calidad de vida mayor.

Debes saber que del mismo modo en que para llevar a cabo un entrenamiento físico muy beneficioso no es necesario ser deportista de élite, para entrenar el cerebro tampoco debemos vernos inmersos en retos excesivamente ambiciosos. Bastará con algunas acciones que nos activen y requieran de nuestra atención y destreza. Además, observarás cómo preocupándote por ejercitar tu cerebro, acabas descubriendo actividades que te enganchan y te ayudan a relajarte, desconectar y escapar así del tan perjudicial estrés.

  1. Juega con frecuencia

Erróneamente pensamos, con el paso del tiempo, que solo los niños deben jugar. ¡Error! Las capacidades de los adultos también requieren retos y diversión para mantenerse en buenas condiciones. El tiempo de juego, además de ayudarnos a desconectar de las preocupaciones, nos activa mentalmente y nos hace pensar, descubrir y experimentar. Para ello, opta por hacer crucigramas, sudokus, juegos de cartas, sopas de letras, juegos estratégicos de mesa… Hazlo con relativa frecuencia y observa cómo te sientes más despierto, creativo y capaz de trazar nuevas vías para lograr objetivos.

  1. Lee y apasiónate

Seguro que, en más de una ocasión, has cogido un libro y no has podido pasar de la primera página. Empiezas a rumiar sobre cosas del trabajo, divagas entre tus pensamientos y vas pasando páginas hasta que te das cuenta de que no sabrías explicar de qué trata el argumento ni un poquito. Si te sientes así, no caigas en la frustración y abandones. Leer nos obliga a permanecer atentos y concentrados y aunque al principio te cueste, es cuestión de entrenamiento. Empieza por un par de páginas, trata de explicar qué has leído y continúa al día siguiente hasta que la lectura vaya fluida. Trabajarás, además, la visualización de la historia, la creatividad, imaginarás un final que tal vez sea o tal vez no. Es apasionante, beneficioso y tu cerebro lo agradecerá.

  1. Baila sin complejos

Puede que bailar no sea lo tuyo, pero, ¿sabes qué? Precisamente por eso debes intentarlo. Bailando trabajas, además de tu cuerpo, tu memoria y tu concentración. No solo tienes que aprenderte los pasos y entender la dinámica del estilo de baile que escojas, sino que debes permanecer concentrado para no perderte y seguir el ritmo. Descubrirás un mundo apasionante que te permitirá también disfrutar de un ocio estimulante, entretenido y sano. ¡Es hora de bailar!

  1. Cambia de ruta

Seguro que cada día escoges el mismo camino para ir a trabajar o a cumplir con tus tareas cotidianas. Empieza a encontrar nuevas formas de llegar al mismo sitio. Indaga, piérdete y trata de orientarte de nuevo. Dale vueltas a cómo hacer la ruta más corta, más entretenida, más exigente o más interesante. Lo que quieras, pero deja de hacer las cosas automáticamente y cambia de plan. Puede aplicar este ejercicio a muchas otras cosas. Haz la compra en un lugar distinto, duerme en el otro lado de la cama, trata de escribir un día con la otra mano, modifica la orientación de tu mesa de trabajo… ¡Ponte retos y supéralos! Si lo necesitas, planificarlo con antelación también te ayudará a actuar sobre un horario novedoso.

  1. Aprende a hacer algo nuevo

Es hora de aprender a tocar ese instrumento musical que tanto te gusta, un nuevo idioma, a pintar, a tejer, a dibujar… ¡cualquier cosa que tengas pendiente y te atraiga! Haz trabajar a tu cerebro y date cuenta de que eres capaz de conseguir lo que te propongas. La edad es solo un número y más si entrenamos en todos los sentidos para mantenernos jóvenes, fuertes y sanos.

Otros tips para entrenar el cerebro

  • Escribe un diario detallado con tus ideas, objetivos, preocupaciones, pensamientos…
  • Trabaja la memoria poniéndote a prueba.
  • Debate sobre temas interesantes con gente de tu entorno, participa y replantéate ideas y convicciones.
  • Trata de disminuir el estrés si este es elevado a través de la meditación o las actividades cuerpo- mente.
  • Trata de sentirte satisfecho en tu día a día, superando conflictos internos y observando la vida con entusiasmo. No te frustres si no lo logras rápidamente, dedicarte a ello ya es un avance y lo conseguirás.
  • Haz ejercicio físico con frecuencia: mayor concentración, bienestar, capacidad de reacción…
  • Sigue una dieta variada asegurándote un aporte adecuado de nutrientes fundamentales para el correcto funcionamiento del organismo.
Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp

Deja una respuesta

SUSCRÍBETE