¿Estás cumpliendo tus propósitos?

Estamos cada vez más cerca del deseado verano y, con él, entramos en el ecuador del año. Sin duda, es un momento ideal para hacer balance de los objetivos que nos marcamos al comienzo de 2021 y saber si seguimos enfocados en ellos. Revisar nuestras metas y analizar si estamos trabajándolas adecuadamente o no, así como conocer las causas que nos hicieron abandonar, es importante para retomar el camino hacia lo que realmente nos importa. Y tú, ¿estás cumpliendo tus propósitos? ¿A qué esperas?

Si tú también eres de esas personas que al comenzar un nuevo año elabora una lista de propósitos para cumplir y te dices a ti mismo/a que esta vez vas a ir enserio, “sí o sí” … es hora de ponerte a examen. ¿Sigues persiguiendo los objetivos que te marcaste? ¿Todos ellos? ¿Por qué has abandonado algunos? ¿Los has abandonado todos? Define tu situación, haz un control de tu rutina y recuerda que nunca es tarde para redirigir el foco de atención hacia aquello que realmente importa. Al comenzar el año era el mejor momento, pero hoy sigue siéndolo. Así que pregúntate y sé sincero: ¿estás cumpliendo tus propósitos?

¿Estás cumpliendo tus propósitos?

Puede que al comienzo del año te propusieras comer mejor, hacer más deporte, prestar atención a tu descanso, trabajar por ese proyecto profesional que ansías desarrollar, disfrutar de más tiempo de calidad junto a tus seres queridos… Independientemente de cuáles fueran las intenciones, la pregunta es si las estás desarrollando y si tu respuesta es negativa conviene saber por qué. A continuación, te planteamos unas pautas para que puedas analizar tu situación y reorganizarte. ¡Todavía puedes conseguir aquello que más deseas a lo largo de este año, tal y como te habías planteado! ¿Cuál es tu excusa?

Recuerda tus propósitos

Recupera la lista de objetivos que construiste al comenzar el año y en caso de que no la elaboraras, haz memoria y recuérdalos. Anótalos si es que no lo hiciste en su momento. Ahora, uno por uno, revísalos y determina si siguen estando presentes en tu vida. ¿No es así? Pregúntate si sigues queriendo cumplirlos. Si crees que han dejado de interesarte, deséchalos, pero si todavía tienes inquietudes al respecto, tráelos al presente y déjalos destacados en tu lista. En caso de que sientas que alguno de ellos ya no te representa o no te despierta motivación, asegúrate de que esta idea es real y no fruto de los miedos, las inseguridades y otros frenos. Este paso es muy importante.

Aquellos que desechas…

Si al comenzar el año te marcaste unos objetivos, seguro que era porque despertaban en ti cierta ilusión y creías que cumpliéndolos experimentarías una gran satisfacción y plenitud. Por eso, si ahora decides desechar algunos, asegúrate de que realmente ya no quieres contar con ellos. En muchas ocasiones, son nuestros miedos e inseguridades las que hablan y conviene reconocer cuándo esto sucede. Imagina que anotaste en tu lista: “Mejorar mi situación profesional”. Puede que ahora decidas que esto ha quedado desfasado y ya no te interesa. Es posible que tu vida profesional haya experimentado por sí sola una serie de mejoras que ahora te hacen sentir bien y, por ende, creas que este fin ya no tiene sentido; o puede también que decidas que ya no te interesa, sin que nada haya cambiado, porque no te ves capaz de emprender modificaciones, crees que no hay nada mejor para ti o no sabes cómo abordar la transformación. Ambas hipótesis pueden hacerte abandonar y aunque en la primera estaría justificado, en la segunda no tanto.

¿Realmente es el momento?

En relación al punto anterior, debes saber que no poder cumplir con un cambio en este preciso momento, no significa que haya que descartarlo. Tener presentes los objetivos no significa que tengan que cumplirse instantáneamente ni deben despertar frustración. Simplemente son direcciones que marcas en tu camino y en tu vida. Algunos se cumplirán en futuro próximo, otros en un medio plazo y muchos otros a largo plazo. Irán apareciendo más, otros perderán fuerza… Pero lo importante es saber que eres capaz de hacer lo que realmente desees, sin “peros”, sin excusas. Ahora o después, pero no olvides abrazar tus sueños, pues todo depende de lo que estés dispuesto/a a hacer por ellos.

Nueva oportunidad

Una vez tengas definida tu nueva lista de propósitos ahora solo tienes que recuperar la motivación por volver a involucrarte. Marcar el orden de prioridad o el tiempo estimado que te llevará trabajar en ellos, puede ser una buena idea para no agobiarte y colapsarte. Define un plan de acción y continúa paso a paso. Tu mejor versión, la imagen de ti que dibujas en tu mente, está cada vez más cerca. Pronto convertirás tus deseos en una realidad y gozarás la gran satisfacción de no haber abandonado. No te compares con nadie, sigue tu ritmo y valora cada paso que das, porque es el conjunto de todos los pequeños detalles el que te hará lograr el éxito.

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp

Deja una respuesta

SUSCRÍBETE