Hoy es el Día Internacional de la Música y qué mejor momento para tomar conciencia de lo mucho que nos aporta. Seguro que esta tiene un gran protagonismo en tu vida, aunque puede que hasta ahora no fueras consciente de ello. Además de ambientar nuestra rutina en las diferentes tareas que realizamos, la música puede estar muy presente en diferentes aspectos de un estilo de vida saludable, ya que es capaz de llegar a lo más profundo de nuestro interior, remover ciertas emociones y darnos un empujón cada vez que lo necesitamos. Hoy hablamos de música y bienestar, ¿crees que tienen relación? ¡Nosotros sí!
Por lo general, la música está presente en muchos momentos de nuestra vida. Puede ayudarnos a atravesar un mal momento, darnos el empujón que a veces necesitamos, motivarnos cuando nuestro ánimo decae… Y es que no hay más que dejarla sonar, escuchar y observar cómo nuestro cuerpo y mente viajan, desconectan y se recargan. Seguro que tú también tienes canciones que son «personas», «momentos» o «lugares» y esto es maravilloso, porque refuerzan los recuerdos de instantes felices y ayudan también a liberar emociones que deben estar fuera de nosotros para permitirnos avanzar.
Refiriéndonos a la música como a un estímulo que nos ayuda a conectar con una parte interna, ya estamos dejando ver lo beneficiosa que puede resultar en sus diferentes estilos. Y es que, desde un punto de vista científico, cuando escuchamos una canción que nos gusta, el cerebro libera dopamina. Esto permite disminuir el estrés e influye en nuestro estado de ánimo, relajándonos y centrándonos en las sensaciones mientras olvidamos lo que hay alrededor. Es por este motivo que música y bienestar están sin duda tan relacionados.
Música y bienestar, la pareja perfecta
Son muchas las aportaciones positivas de escuchar música y por eso se trata de un recurso perfecto en el marco de un estilo de vida saludable. Numerosos estudios demuestran que influye sobre el ritmo cardiaco, las funciones cognitivas, la presión arterial o la respiración, entre otros. Veamos entonces algunos de sus grandes beneficios para la salud general:
Música como terapia
Es un hecho que la música permite conectar con recuerdos y emociones. Estas pueden ser agradables, transportándonos a momentos vividos felices, con la mejor compañía y llenos de diversión y alegría; o menos agradables, pero muchas veces necesarias, rememorando etapas complicadas o siendo parte de duelos todavía sin resolver. Por ambas partes es magnífico poder contactar con lo que ocurre en nuestro interior y liberarnos. Y es que muchas veces, gracias a la música, podemos saber realmente cómo estamos, cómo nos sentimos tras la carcasa que nos envuelve.
Música para aliviar el dolor
Ya sea un dolor físico o emocional, la música puede influir en nuestro bienestar alejándonos de las sensaciones negativas y llevándonos a un lugar más placentero. Esta potencia el poder de la visualización y la concentración; nos hace viajar, reduciendo el estrés y algunos síntomas asociados con estados de ansiedad o depresión. Cuando somos capaces de llevar la atención a la melodía, el sufrimiento o el dolor se hacen más débiles y podemos avanzar con paso más firme.
Otros beneficios de la música sobre el bienestar
Además de lo ya mencionado, escuchar música:
- Potencia capacidades como la memoria, la concentración o la creatividad.
- Nos recarga de energía y nos permite rendir más, tanto a nivel físico como intelectual.
- Es capaz de motivarnos, incluso en momentos de malestar o desgana.
- Nos relaja, aportándonos calma y equilibrio.
- Nos ayuda a conectar con nuestras necesidades.
- En sus distintos estilos, convierte el ambiente en un momento perfecto para desarrollar nuestras actividades (una buena lectura, trabajar, entrenar…).
Y tú, ¿crees que música y bienestar están relacionados? ¿También has experimentado cómo la música te ayuda a ser más eficiente en tu día a día? ¿Sueles escucharla con frecuencia?