Seguro que estás muy acostumbrado a oír hablar de las proteínas y, sin embargo, es muy probable que sigas sin tener claro de qué se trata: ¿qué son?, ¿para qué sirven?, ¿debo aumentar el consumo de proteínas, si son tan importantes? Cuando hablamos de nutrición, es esencial entender que debemos basarnos en pautas personalizadas y adaptadas a nuestras circunstancias. Claro que podemos guiarnos por algunos términos generales, pero la aplicación de ciertos cambios debe ser totalmente individual. Hoy vamos a darte información muy útil que te ayudará a despejar las dudas. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
¿Qué son las proteínas y cuál es su función?
La proteína es una de las principales moléculas que necesitamos para la vida por diversas razones. Por un lado, encontraos su papel protagonista a nivel estructural, pues conforma los tejidos a partir de las células que, a su vez, conforman los órganos y estos, finalmente, los sistemas. Además, llevan a cabo otras funciones como sistema inmune (anticuerpos), enzimas de nuestras células, hormonas, transporte y almacén, entre otras.
Por otro lado, el papel más popular de las proteínas es el de llevar a cabo las funciones de resíntesis muscular, dada de manera más aguda en personas que practican regularmente ejercicio físico. Una vez que ingerimos proteínas a través de los alimentos, es el sistema digestivo las descompone en unas sustancias llamadas aminoácidos. Dichas moléculas se almacenan en el organismo y van siendo utilizadas conforme son necesarias.
Por todas estas razones es fundamental llevar a cabo una nutrición adecuada. Y es que en una alimentación variada y equilibrada no debería existir un déficit de proteínas. No obstante, para estar seguros de ello, es recomendable consultarlo con un profesional, para que pueda analizar el caso de forma individual y valorarlo.
¿Tengo que aumentar el consumo de proteínas?
En población general con actividad física muy baja o sedentaria, se habla de una ingesta media de entre 0,8 y 1 g de proteína neta por kg de peso corporal. En personas activas que practican ejercicio, esta ingesta aumenta, situándose en el rango de entre 1,2 y 1,9 g de proteína neta por kg de peso corporal. Los adultos mayores suelen llevar a cabo una alimentación con una ingesta de proteína por debajo de la recomendada y, cabe destacar, que es una etapa de la vida que demanda no descuidar este aspecto.
En el caso de niños y embarazadas es muy importante tener presente este asunto, ya que en el primer grupo se está dando un desarrollo y crecimiento de una persona; y, en el segundo grupo, se está formando una nueva vida.
¿Cómo asegurar un adecuado aporte de proteínas?
Para cerciorarse de no estar cayendo en déficit de proteínas, es recomendable incluir una fuente de proteínas de alta calidad biológica, es decir, que contenga todos los aminoácidos esenciales en, al menos, las comidas principales. ¿Cómo? Mediante el consumo de carnes magras, pescado, huevos, lácteos y derivados, legumbres y derivados de la soja.
Como conclusión, te recordamos que la cantidad diaria de proteína estará relacionada con las circunstancias de cada persona, así como su nivel de actividad diaria. Generalmente, la recomendación es llevar a cabo una alimentación saludable que contenga una fuente de proteína en cada una de las comidas.
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