Muchos desean la llegada de las vacaciones como agua de mayo. El ansiado tiempo de relax, disfrute y descanso… Sin embargo, hay veces que no es tan fácil desconectar de la rutina y fluir. Las preocupaciones cotidianas a menudo nos acompañan y a la vuelta a la normalidad concluimos que no hemos disfrutado y aprovechado lo suficiente. Hoy queremos compartir contigo una herramienta que te ayudará sin duda a ser capaz de saborear cada momento y sentir una gran satisfacción con el día a día. Descubre estos tips para meditar en vacaciones y lograr relajarte.
Quizá tú también hayas comprobado en más de una ocasión que desconectar y relajarse no es tan fácil como parece. Por mucho que a veces deseemos y necesitemos las vacaciones, soltar el estrés que a menudo arrastramos, las preocupaciones y la rutina es tarea compleja. No obstante, ¡esto no debe agobiarte! Y es que, si te fuerzas a cambiar el chip instantáneamente, tal vez acabes frustrándote por no ser capaz de hacerlo. Como todo, necesitamos un proceso para adaptarnos y no es distinto cuando tratamos de activar el modo vacaciones.
Dejarnos sentir es esencial para poder gestionar adecuadamente nuestras emociones. Por eso, si observamos que nos cuesta desconectar, lejos de forzarnos a ello, debemos optar por técnicas que nos permitan acceder a la relajación y ese estado de paz de una forma natural y orgánica. Ha pasado mucho tiempo gestando ese ritmo vertiginoso del día a día, ¡no esperes dejarlo atrás de un momento a otro! Ahora toca soltar el control y tomar nota de estos tips para meditar en vacaciones y conseguir relajarte.
Meditar en vacaciones y desconectar de la rutina
Una de las mejores herramientas para lograr un estado de relajación es meditar. Y esto no es solo cosa de vacaciones, sino del estilo de vida habitual. Aun así, si nunca has practicado esta técnica, empezar en un entorno vacacional, con tiempo libre y menos tareas puede ser la mejor idea. ¿Quién sabe si te encanta y lo acabas integrando en tu rutina de manera permanente? Tal vez te ayude a rebajar el estrés cotidiano y suponga un antes y un después en tu forma de afrontar la jornada. ¿Quieres intentarlo? ¡Sigue estos tips para meditar en vacaciones!
El entorno propicio
Da igual si pasas las vacaciones fuera de tu ciudad o en ella, para empezar a meditar te recomendamos buscar un lugar tranquilo, donde nadie vaya a interrumpirte durante un rato. Sería genial, si tienes la ocasión, dar con un entorno natural al aire libre, cerca del mar o de la montaña. Respirar aire puro y deleitarte con unas vistas inspiradoras, que te permitan sentir la amplitud que te envuelve.
La importancia de la respiración
No intentes dejar la mente en blanco y detener los pensamientos, pues eso no es lo que significa meditar. Una vez hayas encontrado tu lugar, siéntate con la espalda alargada y simplemente observa tu entorno. Cierra los ojos y atiende a tu respiración sin más pretensiones. Observa cómo entra el aire hacia tus pulmones y como sale lentamente. Si no te sientes cómoda con los ojos cerrados, lleva a cabo las respiraciones profundas con los ojos abiertos, liberando la tensión y dejando salir todo lo que te sobra.
Atención plena
Una vez que hayas entrado en un estado de calma puedes cerrar los ojos, si no lo habías hecho antes, y atender un estímulo que te llame la atención. Puede ser un sonido o el silencio, visualizar un objeto y revisarlo mentalmente, o de nuevo volver a tu respiración normal y observarla. Si algún pensamiento se cuela en tu mente, no lo fuerces a salir, acéptalo, agradécelo y deja que se vaya naturalmente.
Unos minutos bastan
No es necesario que estés con los ojos cerrados mucho rato, bastará con un par de minutos, cinco, diez… Lo que necesites para ir entendiendo en qué consiste meditar y cómo te resulta cómodo hacerlo.
Conviértelo en un hábito
Si persistes, poco a poco encontrarás un refugio muy personal en tu tiempo de meditación. Igualmente, si sientes que no es lo tuyo, reservarte esos minutos para observarte a ti y al entorno resulta verdaderamente sanador. Puedes hacerlo por las mañanas, por las noches o en ambos momentos. Será cuestión de tiempo que te sientas cada vez más conectada a ti, que seas capaz de reconocer tus emociones y relativizar cualquier cosa que te ocurra.
Meditar en vacaciones es una excelente idea para sacar el máximo partido a estas y conseguir soltar algunos lastres que vamos cargando a diario. Volverás a la rutina con un gran bienestar y con la sensación de haber marcado un antes y un después.