En la actualidad, gracias a la gran divulgación de calidad impartida por diversos profesionales de la salud, está mucho más implantada y extendida la idea que defiende que un estilo de vida saludable es fundamental en la prevención de enfermedades, mucho más allá que unos simples beneficios estéticos. La OMS cita que «la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades».

Es cierto que el componente genético tiene un gran impacto sobre el estado de salud y, por desgracia, existen enfermedades que se acabarán manifestando tarde o temprano. Sin embargo, no debemos quedarnos solo con esa idea y resignarnos a determinadas circunstancias. Todo lo que hagamos a favor de nuestra salud a lo largo de la vida hará que ese gatillo genético se dispare lo más tarde posible, además de darnos una mayor calidad de vida en edades más avanzadas.

Estilo de vida saludable y prevención de enfermedades

Dado el hecho de que un estilo de vida saludable y la prevención de enfermedades son dos cuestiones vinculadas, conviene aprender a modificar aquellos hábitos que no nos beneficien. El objetivo, alcanzar el bienestar en todos los planos que nos permita una mayor calidad en el día a día. ¿Qué aspectos es importante tener en cuenta en este contexto?

El sistema inmune y prevención de enfermedades

El sistema inmune es la principal barrera frente a enfermedades que posee nuestro organismo. Hoy, además, sabemos que la práctica regular de ejercicio físico lo mantiene fuerte y en correcto funcionamiento. Este sistema tiene dos ejércitos o barreras diferenciadas:

  • Sistema innato: la primera barrera y la respuesta más rápida. Es el que todos tenemos cuando nacemos. Disponemos de todo un sistema celular especializado en la inmunidad y, además, unas barreras naturales como la piel, mucosas, bacterias intestinales… Las células conocidas como naturals killers son clave en enfermedades como el cáncer (destrucción tumoral).
  • Sistema adquirido o adaptativo: se va formando de manera más lenta, a medida que nuestro organismo va enfrentándose a diversas enfermedades provocadas por virus, bacterias, etc. Vamos creando anticuerpos en respuesta a esos distintos antígenos. Células especializadas: Linfocitos T (directamente destruyen o matan al agente invasor) y linfocitos B (forman los anticuerpos).

No basta solo con caminar

Caminar, únicamente, no es suficiente. Las recomendaciones generales de la OMS se basan en la idea de realizar actividad física moderada o vigorosa, como caminar, un mínimo de 150 minutos a la semana. Sin embargo, esto no es suficiente para generar masa muscular. Evitar el sedentarismo a toda costa es muy importante y tiene un alto peso en el buen estado de la salud. Hoy sabemos que practicar ejercicio de fuerza nos permite ganar masa muscular, lo cual es esencial para estar más fuertes y sanos.

Ejercicio físico adecuado

Siempre hay una opción para cada persona y casuística concreta. Todos podemos realizar un tipo de entrenamiento de fuerza adecuado a nuestros objetivos y acorde a nuestra condición. Este hecho es esencial para equilibrar y estimular nuestro sistema inmune y, además, evita un estado inflamatorio crónico. Asimismo, hace que seamos más eficientes a la hora de responder frente a una situación o estado de estrés y nos hace mucho más funcionales a nivel fisiológico.

Comer saludable, ¿y ya está?

Es muy importante evitar a toda costa comer alimentos vacíos nutricionalmente (ultraprocesados). Nuestra dieta debe estar basada en verduras y hortalizas (gran aporte de antioxidantes), alimentos frescos y de temporada, fuentes de grasas saludables de alta calidad y una suficiente cantidad de proteína. No obstante, no basta con comer saludable y ya está. Alimentarnos de forma adecuada es un aspecto esencial e ineludible para disponer de una buena salud y estar fuertes frente a enfermedades. Sin embargo, por si sola, no nos va a hacer tener una adecuada masa musculo-esquelética.

Masa muscular y salud

La masa muscular tiene una gran importancia en el adecuado estado de salud. Tendemos a pensar en el típico sujeto musculado, tipo culturista, cuando tratamos el tema de la masa muscular. Mucho más allá de eso, una adecuada composición corporal, con una suficiente masa muscular, es esencial para estar fuertes y saludables frente a enfermedades. La masa muscular y el sistema inmune están interrelacionados. Es una importante reserva energética y hay evidencia científica de que puede generar linfocitos T, es decir, favorecer el sistema inmune adquirido. Con una masa muscular adecuada, seremos más fuertes para luchar frente a enfermedades y el tiempo de recuperación se reducirá de forma significativa.

Otros aspectos importantes en la prevención de enfermedades

El descanso adecuado

Tan negativo es un exceso de ejercicio o actividad física como un descanso inadecuado. El sueño es fundamental para recuperarnos, regenerarnos y, además, influye de forma directa en nuestra composición corporal. Si es lo suficientemente reparador, mantiene nuestro sistema inmune en perfecto equilibrio (homeostasis).

El manejo del estrés

En la actualidad, hemos normalizado vivir en un estado de estrés permanente considerándose, en muchos casos, estrés crónico. Este es uno de los principales enemigos para nuestro bienestar y que afecta de forma muy directa deprimiendo nuestro sistema inmune. Es muy importante aprender a manejarlo, a relajarnos, a hacer actividades que nos ayuden a estar en el momento presente. El ejercicio físico nos ayuda de forma muy significativa en la respuesta fisiológica al estrés.

Factores medioambientales

Existen factores externos medioambientales a los que estamos expuestos en mucho casos de forma inevitable: la contaminación, las radiaciones… y que pueden incidir de forma negativa en nuestro sistema inmune. Debemos tener en cuenta este aspecto e intentar evitarlos en la medida de lo posible.

¡Nunca es tarde!

Jamás es tarde para empezar a cambiar el estilo de vida. Es cierto que la edad es un factor que va en nuestra contra en este sentido, ya que perdemos masa muscular y esquelética (la sarcopenia, asociada a alteraciones metabólicas, peor salud y mayor riesgo de complicaciones con ciertas enfermedades…). Pero recuerda, nunca es demasiado tarde para comenzar a llevar a cabo un estilo de vida saludable: alimentación + ejercicio de fuerza + actividad física.