Deberíamos considerar el calentamiento como una parte del mismo entrenamiento y no como una acción aislada previa al mismo. Y es que hacerlo antes de practicar cualquier tipo de ejercicio físico, es imprescindible para preparar al cuerpo y protegerlo frente al desgaste físico que se va a producir. Hoy te contamos algunas ideas para calentar antes de nadar. ¿Te animas?
Calentar antes de realizar cualquier actividad deportiva es fundamental como paso transitorio de la calma a la actividad. El cuerpo necesita prepararse para la acción y, además, hacerlo con seguridad y reduciendo el riesgo de sufrir dolencias, sobrecargas o lesiones. La natación es una disciplina muy completa que, realizada con conciencia y disciplina, tiene grandes beneficios. Por ello, calentar antes de nadar te ayudará a que la experiencia sea todo un éxito y te ayudará a adquirir las sensaciones esperadas.
Calentar antes de nadar, ¿cómo hacerlo?
Podríamos dividir el calentamiento previo en dos secciones. Por una parte, aquellos movimientos y ejercicios que realizamos fuera del medio acuático y, en segundo lugar, los que llevamos a cabo una vez estamos dentro de este.
Para empezar, es muy importante realizar movimientos articulares en seco. Para ello, sitúate junto a la piscina y moviliza cuello de lado a lado. Posteriormente realiza rotaciones de hombros hacia delante y hacia atrás. Balancea los brazos en círculos y de lado a lado. Haz lo mismo con las piernas, muñecas y tobillos. Para terminar, permanece de pie con la columna alargada y empieza a redondear vértebra a vértebra llevando el tronco hacia abajo y dejando los hombros y brazos caer por su propio peso. Deshaz el camino y vuelve a la posición inicial. Ya estás preparado/a para entrar en la piscina.
Una vez dentro de la piscina, realiza varios largos a una intensidad muy baja en busca de la movilidad articular completa y la implicación progresiva de la musculatura general. La intensidad debe ser de menor a mayor. Las pulsaciones se irán acelerando y tu cuerpo estará listo para empezar con una práctica más intensa.
Como consejo, te proponemos un calentamiento consciente, en el que no llegues a fatigarte y en el que puedas percibir cómo tu cuerpo se va desentumeciendo e involucrando en la práctica deportiva.