Consejos básicos para cuidar la musculatura

Cuidar tu cuerpo es imprescindible para lograr los objetivos que te propones. Entrenar a lo loco y pretender que tu cuerpo responda a todas tus demandas, sin una serie de cuidados, es una irresponsabilidad. Te damos algunos consejos para cuidar tu musculatura y prepararla para el entrenamiento y para el posterior logro de los resultados que buscas. ¿Te interesa? ¡Pues sigue leyendo!

Si realmente consideras que vives de una forma saludable, entendemos que no entrenas únicamente con un fin estético. Muchos aspectos de tu salud, están vinculados a la frecuenta con la que realizas actividad física, así como la manera en la que lo haces. Por ello, entender que la musculatura necesita de tu atención, para cumplir con esos resultados que buscas, es fundamental para trabajar de una manera consciente. Tu cuerpo te da la posibilidad de que lo cuides y, en consecuencia, vivas con una mayor calidad y por más tiempo. ¿Vas a desaprovechar la oportunidad?

Consejos para cuidar la musculatura

Hidratación

Beber agua es muy importante para una correcta recuperación del músculo. Por eso, hay que hacerlo durante la actividad y a posteriori. El ejercicio aumenta el metabolismo e incrementa también la necesidad de agua. Si alguna vez has entrenado sin agua y no has bebido lo suficiente, habrás notado una bajada bastante notable de tu rendimiento. Por ello, recuerda que la hidratación es clave.

Descanso

Este es un factor que cuesta asimilar a muchas personas que disfrutan del entrenamiento y tienen unos objetivos claros. Sin embargo, es imprescindible entender que el descanso es tan importante como el propio entrenamiento. De lo contrario, estás demandando a tu cuerpo en exceso y este no te corresponderá con los resultados deseados. Espacia el tiempo entre sesión y sesión y descansa uno o dos días, mínimo, para contribuir a una buena recuperación de la musculatura.

Calentamiento/ estiramiento

Antes de cada sesión, es importante que realices un breve calentamiento previo que consista en algo de cardio progresivo y movimiento articulares. Deja que tu cuerpo asimile el cambio del reposo al esfuerzo y no lo pases por alto. Por otro lado, es imprescindible estirar tras la sesión. Ayudas a que tu mente y cuerpo regresen a la normalidad y vayan entrando de forma progresiva en un estado de calma. Saltarte este momento, es saltarte parte del entrenamiento.

Proporcionalidad

No sobre esfuerces siempre el mismo grupo muscular. Cumple con una rutina que te permita alternar los músculos a trabajar y no olvides ninguna región. No es válido entrenar siempre la parte superior del cuerpo y olvidar las piernas. Tampoco es válido no incluir gemelos en el entrenamiento de piernas… Trabaja la totalidad de tu cuerpo y te convertirás en una persona preparada, fuerte y, sobre todo, con gran capacidad funcional y agilidad.

Realismo

No entrenes más de lo que puedes. La línea que separa dar todo de ti y sobrepasar tus posibilidades es muy fina y a diario se rebasa en las salas deportivas. Olvídate de lo que ves o de lo que te digan. Escucha tu cuerpo y aprende dónde están tus límites. Eso te hará una persona más sabia y capaz.

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