Corrige estas posturas para acabar con el dolor de espalda

Hay diferentes causas que podrían derivar en un dolor de espalda. Este puede experimentarse en cualquier momento y lugar y en diferentes intensidades. Muchas veces, las molestias son tan profundas que imposibiliten el normal desarrollo del día a día. Cuando este viene ocasionado por una mala higiene postural, debes tratar de mejorar este aspecto para optimizar tu salud. Corrige estas posturas para acabar con el dolor de espalda y ganar calidad de vida. ¡Toma nota!

A diario pasamos muchas horas en la misma posición, ya sea de pie o sentados. Sin darnos cuenta, podemos desarrollar una mala higiene postural que nos esté perjudicando y mermando nuestra comodidad y bienestar. Sin embargo, más allá de las horas de trabajo, estas dolencias pueden provenir de una incorrecta ejecución de los movimientos más cotidianos y repetitivos. Hoy te damos algunas pistas sobre las posturas que deberías corregir para acabar con el dolor de espalda.

En función de tu actividad diaria, puedes estar sufriendo molestias en distintas zonas de la espalda. Mientras que ciertos movimientos repetitivos a lo largo del tiempo pueden ocasionar dolor en las cervicales, otros sobrecargan las lumbares y hacen que superar la rutina sea un verdadero esfuerzo. Pero, además, si obviamos este dolor y no ponemos remedio, los síntomas pueden derivar en migrañas, vértigos, mareos, contracturas… Prestar atención a este aspecto y solucionarlo a la mayor brevedad, es fundamental para vivir como mereces, con comodidad, bienestar y calidad. Para conseguirlo, no lo pases por alto y empieza a corregir ciertas posturas que te permitan equilibrar tu cuerpo, mimarlo y prepararlo para afrontar el día con energía y productividad.

¿Cómo acabar con el dolor de espalda?

Cuando estamos un tiempo de pie…

Debemos ser conscientes de nuestro cuerpo. Existe la tendencia a encogernos cuando estamos esperando en una cola o las circunstancias hacen que debamos permanecer de pie un tiempo. Cuando estés en esta situación, observa tu cuerpo por regiones y corrige. Alarga la columna, mira al frente y no te encorves. Activa el abdomen en lugar de sacar barriga, controla la curvatura lumbar y comprueba que tus hombros no están caídos hacia delante. Rótalos hacia atrás y sepáralos de las orejas. Alarga el cuello y nota cómo creces. Además de sentirte más favorecido/a, estarás protegiendo tu cuerpo. Al principio es probable que te cuesta mantener la postura, es cuestión de trabajo y pronto saldrá de forma natural.

Cuando estamos sentados…

Del mismo modo que estando de pie, debemos buscar alargar la columna. Cuando pasamos mucho rato sentados, poco a poco y de forma prácticamente inconsciente, nos redondeamos hasta hacernos pequeñitos/as y nos encogemos. Aunque a priori pueda parecer que nos “acomodamos”, lo que estamos haciendo es perjudicarnos. De nuevo, revisa tu posición y optimízala. ¿Cómo? Columna alargada, curvatura lumbar controlada, cabeza sobre los hombros y estos rotados hacia atrás y hacia abajo. Ambas plantas de los pies deben estar apoyadas en el suelo y las piernas ligeramente separadas. Si tienes un trabajo de oficina o estás continuamente tecleando, comprueba que tus hombros no van subiendo, sino que permanecen en su sitio. Es lógico que al principio te cueste trabajo colocarte bien, si ya has adquirido el mal hábito, y tengas que estar pensando en ello continuamente. Pero, si quieres acabar con el dolor de espalda, no lo abandones y conseguirás mejorar de forma profunda y duradera en el tiempo.

Cuando desarrollamos ciertos movimientos…

Tenemos que ser conscientes de nuestra postura corporal cuando estamos de pie o sentados, pero también en el desarrollo de nuestras actividades cotidianas. Cuando vamos caminando debemos continuar con la posición adquirida al estar de pie. No es válido concentrarnos en encontrar una postura saludable y olvidarlo cuando emprendemos la marcha. Asimismo, desde la posición de sentados, si queremos hablar con alguien, coger algún objeto u observar algo que se encuentra en otro lugar, debemos seguir manteniendo la postura trabajada. De este modo, intenta siempre girar en bloque en lugar de hacerlo, únicamente, con la cabeza.

Para coger una carga pesada del suelo, no te encorves, alarga la espalda y aplana la zona lumbar, abre el pecho y baja los hombros. Reducirás drásticamente el riesgo de lesionarte. Cuando vayas a hacer la compra, intenta equilibrar la carga en ambos brazos y evita llevarlo todo en tu “lado bueno”.

En tu  tiempo libre, mientras descansas, tampoco puedes colocarte de cualquier manera. Una cosa es relajarte y reposar y otra es tirarte en el sofá con posturas imposibles. Intenta sentir el equilibrio en tu cuerpo, manteniendo siempre el peso centrado en lugar de tender hacia uno de los dos lados. Trabajar el core con actividades como el pilates o entrenamientos funcionales, te ayudará a fortalecer el centro de tú cuerpo, mejorar tu postura y, en definitiva, acabar con el dolor de espalda. ¡Si quieres puedes!

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