4 Cualidades de un buen instructor deportivo

Tener una instructora o instructor deportivo que te guste, puede hacerte amar u odiar una disciplina. Y es que juega un papel muy importante a la hora de orientarte en la materia, ayudarte a mejorar y conseguir que lo hagas, además, con una sonrisa. Hay multitud de buenos profesionales y cuando das con uno de ellos/as, lo notas. Pero, ¿cuáles son las cualidades de un buen instructor deportivo? ¡Te lo contamos!

Si a lo largo de los años has probado varias actividades y sigues sin saber cuál es la tuya, no desesperes. Son muchas las causas que pueden hacerte dudar sobre si una determinada disciplina te gusta o no. Desde tu condición física del momento en el que la practicas, pasando por un mal día y llegando hasta no haber dado con la persona que te ayude a desarrollarte correctamente. Si siempre has amado una actividad determinada y tras probarla has tenido una sensación agridulce, piensa si has dado con la instructora o instructor deportivo adecuado. ¿Sabes cuáles son las cualidades que debe tener? A continuación citamos las cuatro más básicas.

4 Cualidades de un buen instructor deportivo

Comprensión y escucha

La persona que te instruye en una materia deportiva debe ser una persona que se preocupe por conocerte y te escuche antes de juzgar cualquier aspecto de tu entrenamiento. Debe preguntarte e interesarse por tus sensaciones. Es muy importante que no te fuerce en exceso si tus circunstancias personales no lo permiten. Ser una persona comprensiva nada tiene que ver con no mostrar carácter y dureza. De hecho, hay personas que se aburren si no dan con un instructor o instructora que ejerza su papel con carácter y disciplina. Sin embargo, hay que saber de qué manera hacerlo y con quién. No todos los métodos valen para todos los alumnos.

Implicarse en tu caso particular

Si acudes a una clase colectiva, tal vez no puedas realizar el mismo esfuerzo que los demás por distintos motivos. En este sentido, no podrán imponerte una intensidad elevada como al resto, si tú ya estás dando lo máximo de ti. Para ello existen multitud de variaciones de ejercicios y diferentes intensidades, para que todos puedan cumplir con su rutina deportiva sin necesidad de agotarse, excederse en esfuerzo o lesionarse. Tu instructor deportivo no debe pasar los límites de tus posibilidades.

Extracción de virtudes y orientación de errores

La persona que te guía debe reconocer las cosas que hacer bien y, al mismo tiempo, corregirte las que haces mal. No se trata de que te estén regalando los oídos continuamente. Deben identificar también las cosas que hacer mal para poder corregirlas y mejorar, de lo contrario te estancarías y, probablemente, te acabarías aburriendo o cansando de no evidenciar mejoras. Por tanto un buen instructor debe mencionar tus logros, sí, pero también corregirte, asegurarse de que eres consciente de tus errores y ofrecerte vías de aprendizaje.

Motivación y aliento

A la hora de continuar con una actividad deportiva y sentir esas ganas de mejorar, el instructor deportivo juega un papel fundamental. Una actividad única, puede ser recibida de diferentes maneras en función de cómo te instruyan. De una misma clase colectiva, por ejemplo, puedes terminar feliz o desmotivado en función de cómo sea la persona que guía. 

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