De forma general, solemos pensar que es fundamental estirar inmediatamente después de la práctica deportiva con el fin de no lesionarnos. Y es que a menudo escuchamos eso de “si no estiras, te vas a lesionar” como una especie de sentencia indiscutible. Es por ello que muchas personas creen que el estiramiento es básico pero, ¿qué hay de cierto en ello? Te adelantamos que la realidad no es tan drástica como en ocasiones podemos pensar. Estiramientos para no lesionarse, ¿son necesarios? ¡Sigue leyendo porque te lo contamos!
¿Hay que hacer estiramientos para no lesionarse?
La ciencia avanza a medida que va pasando el tiempo, de tal modo que afirmaciones que antes eran adoptadas como verdades absolutas, deben ser modificadas o sustituidas por otras más actualizadas a raíz de las nuevas evidencias. Durante mucho tiempo, los estiramientos han formado parte del entrenamiento de una manera casi fundamental. Sin embargo, y aunque no está de más hacerlo, conviene saber si realmente estamos ante un riesgo de lesión si suprimimos este paso “complementario” al esfuerzo intenso. La afirmación que asegura que si no estiramos nos vamos a lesionar, no es del todo acertada. Al menos no para todo el mundo. Y es que el estiramiento te ayudará a prevenir lesiones en caso de tener una movilidad restringida, ya que la va a mejorar. Si tu movilidad mejora de manera general, serás más funcional y, en consecuencia, el riesgo de padecer una lesión se verá reducido de una forma significativa. No obstante, no es necesario para todo el mundo, puesto que cada persona tiene unas circunstancias, capacidades y condiciones específicas.
Con respecto a esa costumbre de realizar estiramientos tras un entrenamiento de manera sistemática, debes saber algo. Y es que no es necesario que, tras finalizar tu sesión, vayas corriendo a estirar. Puedes hacerlo cualquier otro día, centrándote de una manera más calmada en realizar una rutina que ayude a mejorar tu movilidad. También puedes hacer un estiramiento dinámico a modo de calentamiento antes de tu entreno.
Dedícale tiempo a tu cuerpo
Todo lo mencionado anteriormente, no quiere decir que dedicar tiempo a los estiramientos no sea importante. Estirar tras el entrenamiento, aunque no fundamental para evitar lesiones como tal, sí aporta muchos beneficios. La vuelta a la calma tras un esfuerzo intenso, la liberación de la tensión muscular, la relajación corporal y mental, la recuperación progresiva de la energía… son algunos de ellos. Lo importante, en definitiva, es escuchar al cuerpo, dedicarle el tiempo necesario y actuar con conciencia y sentido.
Aliméntate correctamente, entrena con frecuencia, duerme bien, actívate e intenta liberar la tensión acumulada. Solo así lograrás reducir, de manera general, el riesgo de lesión y sentirás una mayor calidad de vida. Por supuesto, si sueles dedicar un tiempo tras la práctica a estirar, no dejes de hacerlo. ¡Haz aquello que te haga sentir bien!