Seguro que, en los últimos años, has escuchado el término “procrastinar” en más de una ocasión. Este ha cobrado mucho protagonismo por su presencia en nuestro día a día. Lo importante para trabajar el comportamiento al que se refiere, es identificarlo y tratar de entender por qué caemos en él, pues en función de las circunstancias tendrá un origen u otro. Hoy es un buen día para hacer un ejercicio de autoconocimiento y evaluar nuestro grado de satisfacción y compromiso con la rutina diaria. Pero, antes de nada, ¿qué significa procrastinar? ¿Lo estás haciendo?
Probablemente hayas escuchado o leído alguna vez esta palabra y quizá no tengas del todo claro a qué hace referencia. Y es que, si la RAE define este término como “diferir, aplazar”, lo cierto es que va mucho más allá del popular “dejar para mañana lo que puedes hacer hoy”. Si quieres saber qué significa procrastinar, puedes entenderlo como aplazar para otro momento del futuro algo que tienes que hacer en el presente. Sin embargo, esto no siempre sucede fruto de la dejadez, el pasotismo o la vaguería. Hay quienes dejan de hacer algo, no para tirarse en el sofá y pasar horas viendo la tele; dejan una tarea importante y se inician en otra que quizá pueda resultar más satisfactoria o placentera, asumiendo, eso sí, que en el futuro seguirán teniendo la primera tarea por hacer.
Aun así, van posponiendo y aplazando algo que no se sienten capaces de realizar en ese momento; siguen siendo productivos y realizando diferentes acciones, pero dejando para otro momento esa que concretamente les incomoda o requiere un poco más de su esfuerzo a cualquier nivel. En este contexto, seguir aplazando no les hace sentir bien, todo lo contrario: entorpece un estado de equilibrio y calma interior.
¿Qué significa procrastinar? ¿Por qué ocurre?
Si ahondamos en aquello que nos lleva a procrastinar algunas tareas cotidianas, podemos deducir que se trata de algún conflicto o dificultad para afrontar ciertas emociones que surgen al desarrollar tareas que no nos reporta sensaciones agradables. Quizá estemos evitando sentir ansiedad, tristeza, exponernos a juicios ajenos, realizar algo con lo que no nos identificamos… Pero a pesar de escapar de estas, lo cierto es que, aunque nos decantemos por una acción más placentera en el presente, la original sigue estando pendiente y eso nos genera inquietud y culpabilidad.
Lo mejor, en cualquier caso, es revisar qué ocurre en nuestro interior y saber por qué dejamos de hacer aquello que tenemos que hacer. Si te sientes incapaz de gestionarlo, no dudes en contar con la ayuda de un profesional de la psicología, pues te dará las herramientas necesarias para afrontar momentos de conflicto o inquietud, lo que se traduce en evolucionar y hallar un mayor bienestar. En Vikika Team contamos con servicio de psicología, no dudes en contar con nosotros si lo necesitas.
Algunos consejos útiles…
Mientras tanto, compartimos contigo algunos aspectos que te ayudarán:
- Toma conciencia de aquellos momentos en los que procrastinas.
- Organiza un plan de acción que incluya las tareas más complicadas y trata de ser fiel.
- Divide las tareas por el tiempo que te llevará ejecutarlas y asegúrate de contar con la suficiente disposición para cada una de ellas.
- Entiende que tu productividad y desarrollo depende de tu capacidad para afrontar la rutina con éxito. Si detectas que hay algún conflicto interno porque lo que haces no te satisface, no lo evites e intenta definir qué necesitas para sentirte bien, qué cambios puedes adoptar y qué camino te llevarán a conseguirlo.
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