Saltarse la dieta: motivos y posibles soluciones

Cumplir con la dieta es una de las mayores preocupaciones de aquellos que quieren llevar un estilo de vida saludable. Sin embargo, muchas veces se complica. Tener claro el objetivo e intentar que nada nos desestabilice es fundamental. Hoy te hablamos de algunos motivos que llevan a multitud de personas a saltarse la dieta y algunas posibles soluciones.

Si en más de una ocasión has intentado cumplir con una dieta y has caído en tentaciones que te han llevado a perder la motivación, deberías preguntarte cuál es el problema. Solo así podrás conocerte a ti mismo/a y tomar las riendas de la situación. A continuación, te planteamos algunas cuestiones que quizá debas reflexionar para identificar tu problema.

Saltarse la dieta: ¿Por qué lo hacemos?

¿Tu día a día te satisface?

Uno de los motivos por los que podrías estar interrumpiendo tu dieta, es la falta de satisfacción en tu día. Si te aburres, te notas falto/a de energía o no sientes motivación con tu rutina, es probable que la falta de ganas te lleve a caer en tentaciones. Comer por aburrimiento es bastante frecuente y debes identificar este hecho para echar el freno a tiempo. Cuando sientas unas ganas inmensas de llevarte un dulce o cualquier snack poco saludable a la boca, párate y analiza si es por hambre o por aburrimiento. Solo así podrás tomar con determinación, la decisión de enfocarte en alguna distracción que te calme el apetito. Asimismo, piensa en qué aspectos podrías mejorar tu rutina y da el primer paso hacia el cambio.

¿Te sientes bien con tu dieta?

Para cumplir con un plan nutricional que te ayude a lograr tus objetivos, es imprescindible que este sea 100% personalizado y acorde a tus circunstancias. Si te cuesta mucho seguir la dieta, no te sacia o tienes necesidades de sustituir o integrar ciertos alimentos, hazlo. Aunque existen unas pautas generales que sirven para que cualquiera pueda alimentarse bien, no todo el mundo tiene las mismas necesidades. Acudir a un/a nutricionista, podría ayudarte a construir una plan de alimentación muy ajustado a tus objetivos y que cumpla completamente tus expectativas.

¿Sabes distinguir entre hambre y ansiedad?

Si a menudo sientes una necesidad inmediata por llevarte un dulce a la boca y, además, no puedes dejar pasar el tiempo, probablemente estés comiendo por ansiedad. Cuando tenemos hambre, no se nos antoja un alimento en concreto. Podemos esperar y distraernos con facilidad. En cambio, cuando la ansiedad ataca, es probable que se nos meta un alimento entre ceja y ceja y no podamos pasar sin echar bocado. Ante este hecho, bebe un vaso de agua, presta atención a tu respiración o sal a caminar. Lo importante, no dejes que tu ansiedad se salga con la suya. Cambia el foco de atención, analiza por qué sientes ansiedad y busca la manera de tratarla para que desaparezca de tu vida. Estos comportamientos suelen esconder emociones que conviene atender para poder solucionar.

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp

Deja una respuesta

SUSCRÍBETE