Vida saludable en vacaciones: adapta así tu rutina

Entramos en el último mes del año y empieza la cuenta atrás hacia la época navideña, llena de magia e ilusión. Diciembre es un mes de preparativos, alegría, luces y muchos planes, pues nos acercamos de lleno a unas fechas señaladas que destacan por las reuniones con los seres queridos, las comilonas y los nuevos propósitos. Aunque esto puede ser un paraíso para muchos, para otros es un arma de doble filo, ya que continuar con ciertos hábitos saludables, cuando aún no están superbién implantados, se complica. Si te sientes identificado, ¡que no cunda el pánico!, hoy vamos a darte algunos tips para seguir adelante con tu vida saludable en vacaciones. Solo tienes que echar mano a tu capacidad de adaptación y ajustar tu rutina a las nuevas circunstancias. ¡Toma nota!

Vida saludable en vacaciones, ¡claro que se puede!

Es un error pensar que unos hábitos saludables son acciones puntuales que se llevan a cabo unas veces sí y otras no; que penden de un hilo o que hay ocasiones en las que no se pueden realizar. Al principio, cuando iniciamos un nuevo proyecto en cuestión de vida saludable, puede que ciertos hábitos sean más frágiles, que nos cueste seguirlos o que tengamos que esforzarnos un poquito más por integrarlos en el día a día. Sin embargo, una vez adquiridos, se realizan sin pensarlo ni proponérselo; salen solos porque nos hemos habituado a ello y tanto nuestro cuerpo como nuestra mente han experimentado los resultados positivos y el bienestar que estos proporcionan.

Un ejemplo de ello, es el comer de manera variada y nutritiva, huyendo de ultraprocesados perjudiciales para la salud. Al principio, puede que nos cueste dar el paso hacia una mayor proporción de alimentos naturales, como frutas y verduras; preparar nuestros propios snacks y sustituir opciones insanas por otras mejores. Aunque sea bueno para nosotros, requerirá un esfuerzo, pues llevamos mucho tiempo acostumbrados a una alimentación mediocre. Una vez que vayamos entendiendo lo positivo que resulta para nuestro cuerpo y que las sensaciones positivas se vayan manifestando, será nuestro propio cuerpo el que nos pida las alternativas sanas y deje los caprichos para momentos más ocasionales. 

Ocurre lo mismo con el entrenamiento, la meditación, la vida activa, la atención al descanso, etc. Siempre cuesta cambiar de hábitos, pero una vez están asentados se tornan prácticamente inconscientes.

Consejos para tu vida saludable en vacaciones

Dicho todo lo anterior, queda evidente que un estilo de vida saludable en vacaciones no tiene por qué dejar de existir, simplemente tendremos que adaptarnos a las circunstancias.

Se acerca la Navidad y podemos disfrutarla más que nunca si somos conscientes de lo bien que nos sienta cuidarnos, de que los remordimientos deben quedar aparcados y que lo importante es lo que hagamos la mayor parte del tiempo, y no en días concretos o momentos puntuales. No va a pasar nada si eres flexible y te relajas, pues tienes en tu mano muchas más herramientas de las que crees.

Por eso, es importante seguir manteniendo una rutina en vacaciones. Si no sabes por dónde tirar, nuestros planes nutricionales y de entrenamiento online pueden ayudarte a seguir unas pautas establecidas.

Ponte tus propios límites

Si te vas de vacaciones, ya sea en Navidad o a lo largo del mes de diciembre, y piensas pasar unos días en la casa familiar, ¡ojo a esto! Es común regresar al hogar y volver a ser niño de nuevo. Esto es mágico, pero con algunas puntualizaciones…

Te levantas tarde, vuelves a desayunar productos muy procesados y poco nutritivos, te apoltronas en el sofá hasta la hora de comer; comes platos abundantes y algo más cargados de lo habitual y finalizas con una gran siesta; recibes visitas de amigos de la familia y sacáis unos turrones para merendar, abriendo apetito para la navidad; quedas con amigos, vas a una cafetería y te sientas toda la tarde con un café calentito; vuelves a casa, sofá, cena y dormir… ¡Y a por un nuevo, inactivo y sedentario día! No pasa nada si esto sucede, pero mantenido en el tiempo, día tras día… No permitas que el espíritu de las vacaciones se apodere de toda tu rutina al completo, dale un espacio, pero no todo.

Para ello, ponte límites y dedica al menos medio día a seguir con tu actividad, comiendo saludable y cuidándote. Levántate relativamente temprano, sal a dar un paseo, date una ducha y medita, prepara un desayuno saludable y ve con tu familia a hacer turismo por tu pueblo o ciudad. Comparte tiempo de calidad, sé ejemplo entre los tuyos y observa cómo disfrutas más de la experiencia. Después de comer, y si te apetece, permítete una siesta, una peli y un encuentro con los tuyos, pero verás cómo la tarde tiene otro color cuando has dotado a tu cuerpo de movimiento durante el resto del día.

Nuevos retos, más ilusión

Es un hecho que marcarnos retos nos llena de esperanza a ilusión, y si encima los cumplimos ya… ¡es otra historia! Crea este mes de diciembre un artesanal calendario de adviento y márcate un pequeño reto diario que sea sencillo y realista. Cúmplelos incluso durante las vacaciones. Una excelente idea, es ir añadiendo un reto al día anterior, de la siguiente manera:

  • Día 1: meditar al despertarme.
  • Día 2: dar un paseo antes del desayuno.
  • Día 3: desayunar de forma saludable.
  • Día 4: escribir cada día en un diario tres cosas por las que me siento agradecido.
  • Día 5: reducir el tiempo con el móvil y disfrutar de lo que me rodea…

Como ves, cada día puedes ir añadiendo un pequeño reto para conformar una rutina de lo más saludable y activa, perfectamente asumible también en vacaciones. Esto es solo un ejemplo, debes personalizarlo al máximo en función de tu rutina. Pero, ojo, no se trata de construir un plan que te genere ansiedad si no puedes cumplir, sino de darte un empujoncito para mantener un nivel adecuado de actividad. ¿La mejor de todas las ideas? ¡Contagiar a tu entorno con tu rutina saludable y sentirte acompañado!

La compensación es una herramienta clave

Tanto si tus vacaciones son en navidad como si las disfrutas a lo largo del mes, piensa que no todo es blanco o negro, ¡hay grises! No caigas en los extremos: o sigo a rajatabla mi rutina o me dejo por completo y «ya empezaré de nuevo en enero». NO. Puedes adaptarte a tu periodo vacacional siguiendo tus hábitos saludables, pero permitiéndote caer en ciertas acciones que normalmente no harías. Si lo haces así, y te preocupas por compensar, tus vacaciones no solo serán activas y saludables, sino que serán mucho más disfrutadas y geniales. El equilibrio es SIEMPRE la clave.

¿Te has dado una gran comilona? Compensa con un buen entrenamiento. ¿Tienes pensado pasar una tarde de sofá, manta y maratón de pelis? ¡Disfruta de una mañana activa, al aire libre! ¿Te han invitado a una cena o una fiesta esta noche? Tienes el poder de decidir qué quieres comer y qué quieres tomar; olvídate de lo que diga el resto si tú no quieres postre o si prefieres agua con gas a una copa en la discoteca. ¿Y si caes en tentaciones poco saludables? ¡No pasa nada! Cero remordimientos, está genial que te dejes llevar de vez en cuando y no tiene importancia dentro de tu contexto de vida saludable.

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