Hace unos días, se celebraba el Día Mundial del Olivo y no hay mejor momento para recordar las aportaciones tan positivas que el aceite, proveniente de su fruto, nos proporciona. Hoy vamos a hablar de las propiedades del aceite de oliva, un gran tesoro en nuestras cocinas que no solo aporta unos sabores y texturas deliciosas, sino que además protege nuestra salud y contribuye al correcto funcionamiento del organismo. ¿Lo utilizas a diario? ¿Les das prioridad sobre otros tipos de aceite? ¡Toma nota!
Cada 26 de noviembre se celebra el Día Mundial del Olivo cuyo objetivo, como cita la UNESCO, es «fomentar la protección del árbol del olivo y de los valores que esta encarna, con el fin de exponer su importante significado social, cultural, económico y medioambiental para la humanidad».
Con el paso del tiempo, cada vez tenemos a nuestro alcance más variedad de aceites que presentan beneficios para la salud. Podemos encontrar aceite de coco, de maíz, de girasol alto oleico, de soja, de aguacate, etc. Cada tipo de aceite es distinto con diferencias en su composición de ácidos grasos y antioxidantes. Por lo tanto, el comportamiento de cada uno de ellos es desigual frente al calor o la oxidación.
A pesar de la existencia de todos estos tipos de aceite, la conclusión es clara y posiciona a nuestro internacionalizado aceite de oliva virgen extra como el rey de todos ellos, también para cocinar. Y es que este ingrediente tan característico de la dieta mediterránea, rico en ácidos grasos y antioxidantes, es el más estable frente al calor.
Propiedades del aceite de oliva
A continuación, mencionamos 6 beneficios del aceite de oliva que lo convierten en un componente imprescindible de nuestra alimentación:
- Actúa como uno de los principales protectores de nuestra salud cardiovascular y nos ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares tan temidas.
- Por su contenido en ácidos grasos, especialmente el oleico, contribuye a mantener en perfecto equilibrio los niveles de colesterol en sangre.
- Ayuda a disminuir la presión arterial y reduce, además, la glucemia; es decir, los niveles de azúcar en sangre. Por ello, el aceite de oliva juega un importante papel preventivo de cara al posible desarrollo de diabetes.
- Para beneficiarte de su alto poder antioxidante, dado su contenido en polifenoles y vitaminas liposolubles, consume el aceite de oliva virgen extra y en crudo.
- El aceite de oliva se puede utilizar perfectamente para hacer asados, frituras y cualquier otro tipo de preparación culinaria que requiera calor, ya que se mantiene estable frente a las temperaturas altas.
- Por su delicioso sabor y textura, nos ayuda a incrementar la adherencia a la dieta, ya que hará que nuestros platos queden mucho más ricos.
Ahora que ya conoces las características de este alimento, no dudes en introducirlo en tu plan nutricional para adquirir todos los beneficios. Recuerda que, con independencia de tus objetivos físicos, ya sea adelgazar, mantener la masa muscular o aumentarla, entre otros, el aceite de oliva tiene cabida en la dieta.
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