Beneficios de hacer ejercicio en la tercera edad

Todo el mundo sabe la importancia que tiene realizar ejercicio para disfrutar de una salud óptima. Y es que el deporte es un pilar fundamental para vivir con una mayor calidad y por más tiempo. Cuando decimos que la actividad física no tiene edad, no lo decimos de broma. ¿Crees que el ejercicio en la tercera edad es recomendable? Te adelantamos que sí lo es y que tiene grandes beneficios para envejecer mejor y con un mayor bienestar.

Si la actividad física es fuente de vida no tendría mucho sentido dejar de hacerlo en la tercera edad. Obviamente el cuerpo cambia y nuestras condiciones también, por lo que debe ser muy controlada y adecuada a las circunstancias de cada persona. Sin embargo, promover un estado de sedentarismo con el paso de los años, lejos de cuidarnos de no sufrir dolencias o lesiones, alimentará el malestar y los problemas de salud.

¿Qué aporta el ejercicio en la tercera edad?

  • Favorece un estado de bienestar en el día a día
  • Dota a la vida de un mayor sentido ya que aporta motivación y ganas
  • Aumenta la confianza y la seguridad en uno mismo, así como la autoestima
  • Disminuye el estrés
  • Promueve un descaso de calidad
  • Evita el desgaste muscular
  • Reduce la pérdida de densidad ósea
  • Previene dolencias y lesiones
  • Aporta funcionalidad y autosuficiencia en el día a día
  • Trabaja la concentración y la memoria
  • Mejora la calidad del hueso y la fuerza muscular, protegiendo las articulaciones
  • Reduce el riesgo de padecer ansiedad o depresión
  • Ayuda a controlar la tensión
  • Estimula la circulación sanguínea
  • Mejora la postura corporal
  • Fortalece la salud cardiovascular
  • Aporta elasticidad, resistencia, coordinación y equilibrio
  • Mayor agilidad a pesar del paso del tiempo
  • Refuerza el sistema inmune ayudando a mantener unas defensas fuertes
  • Ayuda a mantener un peso corporal saludable
  • Reduce la grasa corporal

Ejercicio en la tercera edad, aspectos a tener en cuenta

Es importante consultar con un profesional de la salud las pautas a seguir con respecto a las circunstancias personales. Seguir sus recomendaciones es primordial para que el resultado sea el esperado. Asimismo, debe ser una actividad que no suponga una elevada intensidad si no eres un profesional de la material. Ejercicios como la natación, el yoga, el baile, las caminatas, el senderismo, el pedaleo… son muy recomendables.  Es imprescindible combinar la actividad física con una alimentación adecuada. Recuerda, ¡nunca es tarde!

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