Claves para no sentirse agobiado por las tareas cotidianas

agobiado por las tareas

A menudo, muchas personas pueden sentirse sobrepasadas por los quehaceres diarios. Y es que pretender llegar a todo en un breve periodo de tiempo, hacerlo con efectividad y buenos resultados y, además, permanecer con la mejor de las sonrisas… puede ser un objetivo complicado. Sin embargo, con frecuencia son los pequeños cambios los que consiguen el resultado deseado. Te contamos algunas claves para no sentirse agobiado por las tareas cotidianas. Toma nota y adapta las que creas que pueden ayudarte a aumentar la productividad, liberar el estrés e incrementar tu bienestar. Es importante que lo hagas porque como consecuencia de todo ello, tu salud se verá reforzada. ¿A qué esperas?

Cada persona es un mundo y afronta su rutina diaria con una actitud determinada. Hay quienes toleran mejor el estrés, están aquellos que se sienten sobrepasados frente a los contratiempos, quienes solucionan rápidamente cualquier circunstancia desconocida, los que pierden el sueño cuando deben enfrentarse a ciertos conflictos o situaciones delicadas… y un largo etcétera. Seas como seas, no te infravalores ni compares con otros. Cada uno afronta sus circunstancias particulares como puede, como sabe y como necesita. Ahora bien, si tu rutina a menudo te sobrepasa y con frecuencia te sientes colapsado ante la multitud de información que aguardas en tu mente, quizá plantearte un cambio que te libere y no te haga sentir agobiado por las tareas, puede suponer una auténtica revolución en tu vida.

Claves para no sentirse agobiado por las tareas

Libera tu mente

Si pasas el día pensando continuamente en lo que debes hacer hoy, lo que hiciste ayer y lo que deberás hacer mañana, es probable que hasta te cueste conciliar el sueño por las noches. Necesitas poner orden y dejar espacio en tu mente para pensamientos positivos y constructivos, que te mantengan motivado, enérgico y te hagan sentir capaz. Una excelente idea, es contar con una agenda o un cuaderno destinado a anotar todas las tareas y planificar así tu semana. Puedes creer que este tip es un básico poco útil… esto es porque nunca lo has hecho o, al menos, no correctamente. Busca la manera de plasmar tus quehaceres e ir tachando aquellos que vas cumpliendo para ver con claridad lo que tienes pendiente, sin que esto suponga un gasto de espacio y energía en tu mente.  Suelta toda esa información y libérate, lo tienes todo escrito, trata de relajarte.

Prioriza tus tareas

A la hora de establecer las tareas, es importante que priorices aquellas más importantes y a partir de estas, vayas anotando las menos urgentes. De este modo, siempre tendrás la certeza de estar dedicando tu tiempo a las ocupaciones adecuadas. Asimismo, no pretendas hacer en un solo día lo que puedes espaciar a lo largo de tu semana. Eso de “no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy”, debe ser comprendido en un contexto más básico y práctico. En el día a día, ser realistas con nuestras capacidades y con las circunstancias con las que contamos es una obligación, ya que nos ayudará a que las tareas no nos sobrepasen y colapsen nuestra mente.

Horario y espacio determinado

Una vez que anotes todas las tareas, siempre y cuando seas realista con poder cumplirlas, tendrás que tomártelo con responsabilidad y disciplina. No obstante, la flexibilidad juega un papel imprescindible para no sentirse agobiado por las tareas. Si no te ha dado tiempo… ¡no te ha dado tiempo! No te lleves el ordenador a la cama, ni restes horas de sueño por sacar absolutamente todo el trabajo adelante. Tu salud es lo primero y obviando esto no harás más que perjudicarla. Márcate un horario y cúmplelo a diario en la medida de lo posible. Cuando finalice el tiempo de trabajo, apaga, cierra y desconecta. Tu cuerpo y tu mente necesitan de tu atención para permanecer sanos y fuertes y esto pasa por contar con tiempo para ti, para divertirte y relajarte. De igual modo, especialmente si trabajas en casa, habilita una zona delimitada para dedicar exclusivamente a la vida profesional. Cuando acaba el tiempo de trabajo “se cierra esta puerta” hasta una nueva jornada.

Capacidad de adaptación

Ser flexibles, como te comentábamos, es fundamental. Porque si algo es indiscutible es que en la vida ocurren contratiempos. Es normal que lo que un día iba a ser de una forma, acabe por ser de otra; algo que debías hacer con calma, de pronto es para mañana o para hoy mismo; surge una reunión o un contratiempo que te obliga a desobedecer tu horario… Estamos expuestos a un sinfín de situaciones inesperadas y debemos tener la capacidad de improvisar. Si cuentas con tu agenda bien estructurada y tienes claras tus prioridades, si vas cumpliendo con aquello que te propones y permitiéndote descansar para ser más productivo y creativo, con total seguridad podrás enfrentar los cambios de manera satisfactoria e incluso apasionante. Esos aspectos distintivos de cada día, son los que hacen que una rutina no sea monótona y repetitiva. Saca el lado bueno de las cosas y conseguirás no sentirte agobiado por las tareas.

Quiérete, respétate

Por encima de cualquier otra cosa, hay un aspecto primordial a la hora de decidirse a estructurar la rutina y reducir el agobio y el estrés. El amor por uno mismo. Si te quieres, te respetas y entiendes que tu salud es lo primero, seguro que encuentras la manera de reorganizar tu vida con firmeza y buenos resultados. Porque cuando uno hace las cosas y se siente bien con ellas, le apasionen más o menos, sean parte de las obligaciones o no, se siente mejor y esto se traduce en todos los aspectos de la vida. No lo hagas porque nadie te lo diga, sino por ti. Porque mereces una rutina satisfactoria que te impulse a crecer, a conocerte mejor y a convertirte en aquello que deseas. ¡A por todas!

Te recomendamos:

 

 

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp

Deja una respuesta

SUSCRÍBETE