Realiza esta meditación en tres pasos y recupera la calma

Llevamos ya más de dos semanas desde que se declaró el Estado de Alarma en España por coronavirus y, para muchos, los días empiezan a pesar. No contagiarse de Covid-19 se ha convertido en la principal preocupación y la salud mental ha pasado a un segundo plano. No obstante, es probable que esta empiece a reclamar tu atención pronto, si no lo ha hecho ya. Realiza esta meditación en tres pasos y logra la calma y la relajación interior.

Si no solías meditar, ni te lo planteabas, quizá esta cuarentena te haya hecho cambiar de opinión. Atravesamos un momento que pone a prueba la estabilidad emocional de muchos y conocer recursos como la meditación puede ayudar equilibrar las emociones.

Meditación en tres pasos

Ubicación

Busca un lugar cómodo en el que nadie vaya a molestarte por un rato. Pon música relajante o escucha el sonido de la naturaleza, si tienes esta posibilidad. Toma unas cuantas respiraciones profundas y empieza a recorrer tu cuerpo siendo consciente de cada una de las partes que lo componen. Ubícate en el momento presente, visualiza tu cuerpo y el entorno durante unos minutos y reconoce las sensaciones que tienes, simplemente observando, sin analizar ni juzgar.

Aceptación

Una vez has tomado conciencia de tu cuerpo, has reconocido tus sensaciones y te has ubicado en el momento presente, acepta la realidad que estamos viviendo. No podemos hacer nada por cambiarlo más que tomar las medidas necesarias para aportar nuestro granito de arena. Sin embargo, no puedes amanecer un día, desear que todo pase y hacerlo desaparecer. Las cosas necesitan su tiempo. Por lo tanto, intenta soltar el control. Acepta, suelta el control y fluye repitiendo varias veces este mantra. Proponte fluir con los acontecimientos sin adelantarte a ellos ni obsesionarte con lo que va a ocurrir. Recuerda que te has ubicado en el momento presente y ahí debes permanecer todo el tiempo.

Gratitud

Tras ubicarte en el momento presente, aceptar la realidad y proponerte fluir con los acontecimientos, agradece. No hay nada que aporte más paz interior que el agradecimiento. Hay personas que están enfrentándose a la batalla en primera línea, exponiéndose al contagio y poniendo en riesgo a sus familiares. Por otro lado, están quienes sufren la enfermedad y sus familiares sin posibilidad de acompañarles en el proceso. Siente gratitud por lo que tienes, por lo que eres. Da gracias por el techo que te cobija, por la cama que te acoge y por tu salud. Si tienes síntomas leves, de igual manera, siente la fortuna de poder recuperarte en casa simplemente tomando reposo. Toma el tiempo que necesites y, una vez hayas atravesado estos tres pasos y te sientas preparado/a, ve movilizando el cuerpo y saliendo del estado de relajación, mucho más consciente y con la disposición de no dejarte llevar por las emociones negativas que dibujan un futuro desagradable.

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