Vacaciones perfectas: los ingredientes necesarios

vacaciones

Es una gran porción de la población la que desea que lleguen sus ansiadas vacaciones. Momento de desconectar, disfrutar y pasarlo en grande, soltando las preocupaciones cotidianas y reconectando con esa parte del interior que a veces perdemos por el camino. Sin embargo, no todo el mundo logra relajarse de verdad y descansar en este periodo que debería suponer un tiempo de juego. Hoy vamos a compartir contigo algunas reflexiones que te ayudarán a determinar de verdad cómo deberían ser tus vacaciones perfectas.

Cada persona tiene sus propias circunstancias en el día a día y para cada una de ellas las vacaciones ideales pueden dibujarse en su mente de una forma u otra. Algunos desean viajar al lugar más maravilloso, otros simplemente dejar de madrugar; hay quienes necesitan no ir a la oficina, sencillamente para quedarse en casa y disfrutar de sus seres queridos sin mirar a cada rato el móvil o el correo.

En este sentido, no pretendemos decirte dónde deberías viajar o cómo organizar tu viaje para lograr las vacaciones perfectas. Sin embargo, hay algunos aspectos que consideramos clave de forma general, que puedes aplicar estés donde estés y que te ayudarán a volver a la rutina con más vitalidad, motivación y ganas.

Vacaciones perfectas: ¿cuáles son los ingredientes?

En la actualidad, muchas personas viven preocupadas por el miedo a no aprovechar el tiempo, a no sacar algo «productivo» de cada momento. Es por ello que, a la mínima oportunidad de desconectar, se encienden las alarmas: «debería estar haciendo esto», «no terminé aquello», «igual me han respondido a este email», «llevo demasiado rato sin “hacer nada productivo” y me siento mal», etc. Porque la realidad es que hay quienes ven el momento de descanso como una pérdida de tiempo y esto debe cambiar. ¿Cómo podemos disfrutar si no de unas buenas vacaciones? El descanso es fundamental y no solo hablamos de las horas de sueño.

Desconexión real

Según las circunstancias profesionales y personales de cada uno, será más o menos viable desconectar por completo de la rutina. En la medida de lo posible sería perfecto dejar de lado el ordenador o las herramientas de trabajo habituales. Para ello, es recomendable anticiparse y dejar todo bien atado para no tener que atender contratiempos.

Es importante en este sentido aprender a delegar responsabilidades y saber que quien quede al mando de las tareas correspondientes podrá sacarlo adelante sin necesidad de supervisión constante. Si logras poner esto en práctica y dejar a un lado el estrés, experimentarás una gran sensación de libertad reparadora.

Tiempo de juego

Los niños son felices jugando y a medida que crecemos olvidamos la necesidad de experimentar esas sensaciones de autenticidad e instinto. Los adultos también necesitamos divertirnos y eso se logra haciendo actividades que de verdad nos hagan disfrutar. Emplear tiempo de tus vacaciones en «jugar», ya sea dibujando, bailando, leyendo, creando en cualquier campo, etc., es la mejor de las ideas para despertar esa esencia que en ocasiones está dormida.

Aprovechar cada momento

Sé consciente de que estás de vacaciones y disfruta cada momento desde el agradecimiento y la reconexión. ¿Qué te apetece hacer? Escucha a tu cuerpo con atención y haz lo que pida sin demasiados juicios. Es excelente estar activos, no desde la obligación, sino desde la conciencia de que la actividad nos ayuda a sentirnos mejor, física y anímicamente. El descanso activo es siempre una excelente alternativa: camina, haz una sesión de estiramientos, ve en bici… Regala movimiento a tu cuerpo y haz todo aquello que normalmente no puedes hacer por falta de tiempo.

Reflexionar sobre temas importantes

En conclusión, podríamos definir las vacaciones perfectas como aquellas que de verdad nos sirven para conectar con nuestro interior y nos hacen conscientes de lo que es verdaderamente importante en la vida. A muchas personas las vacaciones les resultarán reveladoras, pues se darán cuenta de que algo en su vida cotidiana no está funcionando o no les hace sentir bien; es entonces el momento de tomar decisiones y aplicar cambios. A otras les servirá para recordar lo mucho que disfrutan de sus seres queridos y no consentirán alejarse de nuevo una vez retomen su rutina. Y, como estos, infinidad de ejemplos más.

Cada experiencia es única e incuestionable, lo que está claro es que, si disfrutas de verdad de la desconexión y tomas conciencia de lo que sientes y necesitas, tus vacaciones perfectas habrán sido insuperables.

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