El estrés afecta a un gran porcentaje de personas en la sociedad actual. Pese a estar advertidos de lo perjudicial que resulta para la salud, librarnos de él no resulta tarea fácil. Es por eso que debemos proponernos con seriedad cambiar los aspectos de nuestra vida que nos estén estresado o causando ansiedad.
El estrés puede estar ocasionado por multitud de factores externos o internos. Habrá momentos en los que sintamos que no somos capaces de gestionarlo. Sin embargo, existen situaciones específicas que nos lo generan y está en nuestras manos modificarlas. Solemos acomodarnos a las rutinas que conocemos y nos cuesta mucho desprendernos de ellas a pesar de que no nos estén haciendo bien. Es por ello que tomar las riendas de nuestra vida y ser capaces de poner freno a tiempo, es una elección muy inteligente y adecuada.
Consecuencias del estrés en nuestro cuerpo
La mayoría hemos vivido en nuestra piel numerosos síntomas de estrés, como irritabilidad, nervios o agotamiento. Y es cierto que el estrés puede tener una connotación positiva cuando se da en un momento puntual. No obstante, las consecuencias del estrés, de una forma prolongada, van mucho más allá de un estado de agitación mental o decaimiento. Nuestro organismo también puede experimentar algunos efectos derivados de este estado y que conviene conocer.
Síntomas que advierten de que estamos sufriendo estrés
Saber apreciar la línea que separa un estado normal de estrés a uno elevado, no siempre es sencillo. Por eso, conocer algunos síntomas y estar alerta, puede salvarnos de sufrir algunas complicaciones.
- Dolores de cabeza de forma habitual
- Tensión en la musculatura corporal
- Rigidez en la mandíbula y hombros
- Estados de ánimo bajos, decaimiento, tristeza…
- Sensación de cansancio excesivo
- Dificultad para conciliar el sueño
- Variaciones en el peso
- Caída del cabello excesiva
- Sensación de somnolencia
- Aparición de acné
- Eccemas o afecciones en la piel
- Contracturas musculares
- Ansiedad y depresión
- Falta de concentración
- Dolores físicos y presión en el pecho
- Debilidad del sistema inmune
Cómo controlar el estrés
Por suerte, hay maneras de frenar el estrés y permitirnos a nosotros mismos gozar de un mayor bienestar. Practicar ejercicios como yoga o pilates, en los que se presta atención a la respiración, es una excelente idea. Asimismo, aprender a meditar y tomar unos minutos de silencio para atender nuestras emociones y pensamientos resulta muy positivo. Compartir tiempo con nuestros amigos y seres queridos, ser agradecidos y relativizar los problemas nos hará más fuertes frente al estrés. Nos gusta entrenar nuestro cuerpo, pero también debemos fortalecer nuestras defensas frente al estrés y otras emociones negativas.