Correr es una actividad imprescindible para muchas personas que encuentran en la práctica un momento de desconexión y puesta a punto. Cada vez hay más adeptos a esta disciplina y no es raro, ya que tiene grandes beneficios. No obstante, también puede provocar ciertas molestias si no se tienen en cuenta algunos aspectos importantes. Descubre cómo cuidar tus pies si practicas running.
Tanto a nivel físico como mental, el running tiene grandes ventajas y presenta infinitud de beneficios para la salud. Son muchas las personas a las que le cuesta prescindir de este hábito una vez se adentran en él. Y es que además de ventajas, correr tiene multitud de posibilidades. Ya seas principiante o dispongas de mucha experiencia, tienes la opción de asistir a eventos multitudinarios que tienen cabida para ti. No obstante, cuidar ciertos aspectos es importante para evitar que la marcha pueda conllevar dolencias y molestias.
Correr puede resultar algo agresivo para nuestras articulaciones, ya que se trata de una actividad de alto impacto. Los pies resisten reiteradamente la caída del peso corporal sobre ellos y, en función del pavimento, puede resultar más o menos lesivo.
Consejos para cuidar los pies si eres runner
Calzado adecuado
Invertir en unas buenas zapatillas es una inversión a largo plazo. Y es que permitirles a tus pies una buena pisada, puede liberarte de mucha tensión posterior, así como reducir el riesgo de sufrir lesiones asociadas. Talla, kilómetros que recorres, pavimento sobre el cual te mueves, tiempo de entrenamiento… ¡todo cuenta! Si sospechas que podrías tener una mala pisada, no te quedes sin visitar a un profesional que pueda evaluarla y hacerte el estudio necesario.
Calcetín óptimo
Tan importante es la calidad de las zapatillas, como de los calcetines. Una mala elección en este sentido, puede provocarte rozaduras, heridas o una gran incomodidad en carrera. Existen calcetines específicos para esta actividad, libres de costuras y transpirables. Te aseguramos que optar por unos calcetines inadecuados en carrera, podría echar tus marcas a perder.
Sujeción de la zapatilla
Una zapatilla que baila tiene todas las papeletas para causarte rozaduras. La fricción del material con la piel, y más cuando has sudado, puede dar lugar a heridas. Por ello, aprieta bien los cordones y asegúrate una buena sujeción. Si vas a competir, comprueba este aspecto antes de empezar. En este sentido, elegir una talla adecuada es fundamental.
Cuida tus uñas
Es muy común, a causa de la carrera, que las uñas se encarnen o sufran llegando, incluso, a ennegrecerse y caerse. Para evitarlo, asegúrate siempre de recortarlas a ras de la piel y con un corte recto. Si las redondeas, es probable que al crecer se claven por los extremos.
Mima tus pies
Introducir tus pies en agua y sal, es un remedio casero muy efectivo para reducir la inflamación y promover la cicatrización de las heridas y rozaduras. Por ello, tras la carrera, déjalos en remojo en agua templada y sal. Si añades unas gotas de aceite esencial, estarás promoviendo además un estado de relajación posterior al ejercicio. Tras el baño, hidrátalos y masajéalos.
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