El equilibrio es una de esas cualidades que, habitualmente, solemos pasar por alto. Sin embargo, trabajarlo es muy importante en el ámbito deportivo y en la vida en general. A continuación te proponemos 3 ejercicios para mejorar el equilibrio y, en consecuencia, muchas otras habilidades deportivas y cotidianas.
A menudo solemos trabajar con gran empeño la fuerza, la flexibilidad o la resistencia. Buscamos mejorar nuestros tiempos e ir creciendo y definiendo la musculatura hasta convertirnos en la versión que queremos ser. Todo ello resulta muy adecuado y necesario. Sin embargo, hay otras cualidades, como el equilibrio, la estabilidad o la coordinación, que conviene no olvidar.
El equilibrio no solo es necesario de forma aislada. Es la capacidad que permite sostener el cuerpo en cualquier posición. En cuestión de actividad física, el equilibrio ayuda a mejorar las habilidades motrices, ser más eficientes en todos los sentidos y, además, reducir el riesgo de sufrir caídas y lesiones. Algunas circunstancias que podrían alterarla son la edad avanzada, el sedentarismo o la actividad física de alta intensidad de forma repentina. Sea cual sea tu situación, edad o condición física, estos 3 ejercicios para mejorar el equilibrio pondrán a prueba tus capacidades. ¿Te animas?
3 Ejercicios para mejorar el equilibrio
Sobre una pierna
Deja un objeto en el suelo, a una distancia de dos palmos desde tus pies. De pie, con la espalda alargada cierra los ojos y toma conciencia de tu cuerpo. Respira profundamente, abre los ojos y activa la musculatura desde el centro de tu cuerpo. Ahora, ve bajando la espalda en dirección al suelo, al mismo tiempo que elevas hacia atrás la pierna derecha. El objetivo es formar una línea recta desde tu cabeza al pie que está en el aire, coger el objeto y recuperar la posición inicial. Cambia de pierna. ¿Un truco? En cuanto más grande sea el objeto que hay en el suelo, menos tendrás que bajar la espalda. Este puede ser un buen medidor para controlar tu evolución.
El árbol
De pie, alarga la columna y siente tus pies bien arraigados al suelo. Ejecutar este ejercicio sin zapatos, te ayudará a adquirir unas mayores sensaciones. Pon tus manos en posición de oración frente a tu pecho. Toma una respiración profunda y flexiona tu rodilla derecha, resbalando la planta del pie por la pierna de apoyo hasta llegar a la rodilla. La rodilla derecha debe estar orientada hacia el lateral. Al mismo tiempo que elevas la pierna, alza los brazos, con las palmas de las manos juntas, por encima de tu cabeza. ¿Quieres añadir dificultad? Emplea una base inestable y trabaja tu capacidad de propiocepción con más intensidad. Este es uno de los ejercicios para mejorar el equilibrio más efectivos.
Línea recta
Traza una línea recta en el suelo e intenta seguirla asimilando el movimiento de tu cuerpo. Hazlo lentamente. Si quieres añadir intensidad, trabaja este ejercicio de puntillas sin apoyar los talones en ningún momento hasta llegar al final. Si crees que resulta muy sencillo y buscas un reto mayor, memoriza el camino y cierra los ojos. Una vez creas que has llegado al final, abre los ojos y observa si has superado la prueba. ¿Has podido ejecutar estos ejercicios para mejorar el equilibrio? ¡Sigue entrenando y añade dificultad!